Real Balompédica - Örebro SK | La crónica

(2-1) Balona: un montón de buenas sensaciones

  • La Balompédica derrota al Örebro, de la Primera sueca

  • Forján se reencuentra con el gol y Nacho Mirás se reivindica

  • Airam Benito debuta y deja destellos de jugador diferencial

La Real Balompédica Linense (Segunda B) se impuso este jueves al Örebro (noveno clasificado de la última temporada en la máxima categoría de Suecia). Con ser gratificante, como lo es cualquier triunfo, el marcador, algo propio de los amistosos, no deja de ser anecdótico. Lo importante de lo sucedido sobre el césped del Municipal es que el equipo de La Línea, inquieto después de tres jornadas sin vencer, dejó muy buenas sensaciones. Bastante mejores que en sus últimos duelos de competición.

El amistoso con el Örebro dejó saldo positivo... y pistas sobre las intenciones de su entrenador, Antonio Calderón, que parece meditar cambios después del descalabro defensivo de los dos últimos desplazamientos. El técnico gaditano solo concedió 45 minutos a Mikel Fernández en el centro de la retaguardia –lo que puede indicar que cuenta con él para el duelo con el Sanluqueño– y además utilizó Sergio Rodríguez como marcador durante la segunda parte, como si fuese una alternativa que baraja.

El partido sirvió, también, para que Javi Forján se reencontrase con el gol. No es de extrañar que el ariete celebrase con rabia el tanto de la igualada después de lo duro que ha sido para él su periodo en el dique seco por culpa de una lesión. Por si fuera poco, el meta Nacho Mirás se reivindicó con dos auténticos paradones, uno en casa tiempo.

Con todo, lo más notable es que se produjo el esperadísimo debut con la camiseta de la Balona de Airam Benito. El mediocentro canario demostró la calidad y el criterio que indiscutiblemente atesora. Está un poco bajo de revoluciones, algo normal en un futbolista que lleva tanto tiempo en el dique seco, pero conoce de sobras el oficio y se percibe que puede aportar mucho. Si entra en la convocatoria del próximo domingo tampoco nadie se llevaría las manos a la cabeza.

El juego, equilibrado en su primera mitad, condujo a la ventaja momentánea del Örebro merced a un penalti (36’). Existió el agarrón de Moussa (una de esas concesiones que este equipo hace sin necesidad semana tras semana y que le está penalizando con puntos) pero fue de esos que sin el VAR nadie pita. El árbitro (nada menos que un internacional noruego) llevó el reglamento al extremo y Björndahl transformó con enorme aplomo.

Con el marcador en contra mejoró la Balompédica y después de un par de ataques con mucha intención al filo del descanso llegó el empate. Un centro medido de Bakr fue rematado de manera espectacular por Javi Forján, que sin duda continúa evolucionando favorablemente.

Lo peor de este primer periodo fue que el técnico se vio obligado a relevar a ghanés Mohamed Gadafi, que se estrenaba en el costado zurdo, después de la media hora. No parece que su dolencia sea especialmente grave, pero con la obsesión que hay en ese vestuario con las lesiones, cualquier pérdida agría el gesto.

Tras el descanso todas las miradas se centraron en Airam Benito, que, dicho queda, dejó chispazos de un jugador de los que marca diferencias.

El juego se volvió más espeso a medida que pasaba los minutos. La Balona , incansable y ordenada, no ofreció facilidades a su rival, pero tampoco tuvo mucha presencia en el área rival.

A cinco del final, cuando todas las apuestas estaban por el empate, Santi Luque , que se había dejado ver poco, metió un buen centro, Dopi se adelantó a todos y con la ayuda de un zaguero hizo el 2-1.

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