Real Balompédica Linense

Balona, ¿había un escenario mejor?

  • Los linenses se juegan una plaza en la Copa en el mismo estadio de sus dos últimas permanencias

  • En mayo de 2018 los albinegros rompieron en La Condomina una racha de 12 jornadas sin ganar

  • El curso pasado el campo murciano fue testigo de su último triunfo liguero

Jugadores de la Balona festejan sobre el césped de la Nueva Condomina la salvación de 2018

Jugadores de la Balona festejan sobre el césped de la Nueva Condomina la salvación de 2018 / E.S.

El próximo jueves (21:00) la Real Balompédica Linense disputa uno de los partidos más significados de la presente temporada. Los albinegros se miden al Real Murcia en el encuentro único de los cuartos de final de la Copa Federación. El vencedor logrará plaza en la Copa del Rey, con lo que ello puede suponer no solo en el apartado económico, sino porque puede devolverle al primer plano de la actualidad social de la ciudad. El duelo se escenifica en un estadio que genera no buenos, sino excelentes recuerdos a los hinchas de la centenaria escuadra linense. Puestos a jugarse un objetivo tan importante fuera de casa, pocos sitios mejores que la Nueva Condomina.

Ipurúa en Éibar, Anduva en Miranda, El Palmar en Sanlúcar… no son el Municipal pero forman parte por causas muy diferentes de la historia agradable de la Real Balompédica. A estos recintos se ha unido en los dos últimos años la Nueva Condomina. Por dos veces la Balona selló salvaciones en ese césped en el que el jueves se juega una plaza en la Copa del Rey. La primera de esas permanencias en la Segunda división B, realmente angustiosa. Ni elegido ex profeso se hubiese encontrado un recinto que despida mejores sensaciones.

Trece de mayo de 2018. La Balona viaja a Murcia para jugar su partido de la última jornada. A priori necesita ganar o ganar para evitar el descenso. Para evitar que el proyecto de futuro del recién desembarcado Raffaele Pandalone salte hecho añicos. Los linenses llegaban después de doce jornadas sin vencer, que se llevaron por delante a Julio Cobos y trajeron a Sánchez de la Nieta.

Fue el partido del sanroqueño Stoichkov. El penúltimo servicio del sanroqueño, hoy pichichi del Alcorcón, al equipo que le catapultó al Real Mallorca. Marcó los dos goles, el primero de penalti, la Balona venció 0-2.

Al final, entre las lágrimas en la grada de un centenar de aficionados que habían afrontado el desplazamiento con un rosario entre las manos y sobre el campo de los propios jugadores, directivos y cuerpo técnico, la Balona celebró una salvación tan agónica como necesaria para el futuro de la entidad. ¡La Balona se queda! tituló Europa Sur. Javi Montoya y Sergio Rodríguez pueden explicar en el vestuario de qué va esta historia.

La Balompédica volvió a la Nueva Condomina en marzo de 2019. Era entonces sexta clasificada del grupo IV. Se hablaba de llegar por clasificación directa a ese Copa del Rey que ha concedido una segunda oportunidad. Otra vez 0-2. Pirulo, ahora en el LKS de la Primera de Polonia, y Gastón Cellerino, en el Deportes Temuco de la Primera B chilena, pusieron la firma a los goles. La Balona se colocó con esos 45 puntos que garantizaban la permanencia matemática.

En aquel momento subrayar ese dato se antojaba casi absurdo. En las nueve jornadas restantes la Balompédica sumó un empate y ocho derrotas. Aquella victoria fue determinante para que se quedase en Segunda B. El jueves vuelve al escenario en el que sus sueños se hacen realidad.

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