El centrocampista sub-23 de la Real Balompédica Linense Jesús Méndez sufre una recaída en la pericarditis que le obligó a abandonar los entrenamientos de la primera plantilla albinegra a mediados del pasado mes de agosto. Ése es el diagnóstico de los doctores tras serle realizadas las pruebas médicas pertinentes una vez que el pasado lunes, apenas una semana después de su reingreso al trabajo a las órdenes de Jordi Roger, se viese forzado a abandonar la sesión al sentir, otra vez, un fuerte dolor en el pecho.

Jesús Méndez, por orden de los galenos, tendrá que volver al reposo absoluto durante un periodo al que no se ha querido poner límite, para evitar cualquier tipo de ansiedad. El mensaje es muy directo: lo primero es la total recuperación del jugador y el fútbol pasa, al menos de momento, a segundo plano.

Este contratiempo no tiene que suponer, ni mucho menos, el final de la trayectoria deportiva del futbolista. Existen numerosos casos que así lo demuestran, que van desde el internacional madridista Dani Carvajal hasta el exbalono Luis Madrigal (ahora en el Atlético Sanluqueño) pasando por el exalgecirista Oñate, enrolado ahora en la UD Los Barrios. Todos ellos, tras un periodo en el dique seco más o menos prolongado, han regresado a la actividad con absoluta normalidad.

Desde que Europa Sur dio a conocer el pasado lunes que Méndez había tenido que abandonar de nuevo los entrenamientos han sido infinidad las muestras públicas y privadas de apoyo que ha recibido el futbolista balono, entre las que se encuentra las de este periódico.

Tanto el jugador como su familia han expresado su agradecimiento y han hecho especial hincapié en el respaldo mostrado en todo momento por el club.