Real Balompédica Linense

Álvaro Rodríguez, la ilusión del nuevo jefe

  • El técnico algecireño asume el mando de la Balona B con "ilusión y responsabilidad"

  • El míster agradece la confianza demostrada por la Balompédica

  • "El objetivo es formar jugadores, pero si el ascenso se pone a tiro...", advierte

Álvaro Rodríguez,  entrenador de la Balona B

Álvaro Rodríguez, entrenador de la Balona B / Erasmo Fenoy

Álvaro Rodríguez afronta su primera andadura al frente del filial de la Real Balompédica Linense como un reto, pero también como una magnífica oportunidad para crecer. Agradecido a la directiva y a los responsables deportivos de la entidad (Ismael Chico, Carlos Guerra y Juan Mari Sánchez) por la confianza el preparador es consciente de que su primer objetivo es que el ‘B’ sirva de plataforma a sus integrantes para llegar a la Primera RFEF, pero si mientras tanto consigue el ascenso a Primera Andaluza… a nadie le amarga un dulce.

El nuevo técnico del segundo equipo balono es natural de Algeciras, pero lleva más de una década en La Línea, donde se casó, donde reside y trabaja. Álvaro Rodríguez, de 34 años, lleva literalmente la mitad de su vida en los banquillos, porque en edad juvenil decidió colgar las botas para tomar el silbato y comenzar a dirigir grupos.

La andadura del nuevo preparador balono en los banquillos comenzó en el desaparecido Leaj Algeciras, una etapa que dio paso a nada menos que ocho campañas en la AD Taraguilla, club en el que formó a infantiles y cadetes en diversas categorías. En la cantera del CD San Roque fue artífice de ascensos con los equipos cadete y juvenil e incluso protagonizó la que hasta ahora había sido su única experiencia con un conjunto senior, el Atlético Sanroqueño, del que estuvo al frente unos cuatro meses. El Castellar fue su última estación antes de desembarcar en la entidad de La Línea, en la que en los dos últimos cursos ejerció de segundo primero de Pedro García y más tarde de Juan Mari Sánchez.

“Ahora me ha llegado esta oportunidad y solo puedo decir que estoy súper contento, pero sobre todo muy ilusionado y agradecido a la Balona”, recalca una y otra vez. “Ojalá podamos conseguir que lleguen jugadores al primer equipo, porque será señal que se está haciendo un buen trabajo y que el club cuenta con los chavales”.

“Sé que esto implica una responsabilidad, soy plenamente consciente de donde estoy”, asume. “El club solo me pide que coordinemos el trabajo con el primer equipo para que los jugadores tengan los conceptos claros y puedan ser útiles cuando llegue el caso… pero claro si el ascenso se pone a tiro, me gustaría hacer algo grande con el filial”.

“Incluso voy a tratar de acudir a los entrenamientos del equipo de Primera RFEF cuando mi trabajo me lo permita por un lado para hacer míos los conceptos que maneje el míster y por otro para crecer como entrenador y así poder ser más útil al club”, explica el preparador, que tendrá a su mando a varios jugadores que se entrenan en estos momentos –y en algún caso lo harán durante la temporada- a las órdenes de Antonio Ruiz Romerito, como son los casos de Djan, Alusine Koroma o Andrés.

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