José Breton, el padre de José y Ruth, prefirió ayer refugiarse en la parcela que sus progenitores tienen en las afueras de Córdoba a la espera de conocer más datos sobre el paradero de sus hijos. Desde que el pasado 8 de octubre "perdiera de vista" a los pequeños en el Parque Cruz Conde, Bretón ha guardado silencio absoluto y únicamente se ha dejado ver para acudir junto a los agentes de la Policía Nacional cuando éstos han necesitado de su colaboración; por ejemplo, para el registro de este inmueble o cuando ha sido llamado a declarar en la comisaría Campo Madre de Dios. En todos estos episodios, el padre de los niños ha tenido que afrontar la presencia de los medios de comunicación e incluso que algunos vecinos le señalen con el dedo como el principal sospechoso de la desaparición de los menores.

Una situación que, según un amigo cercano a la familia, Rafael Molina, "le está pasando factura tanto a él como a sus padres y hermanos". El principal problema, según su opinión, es que hasta el momento "nadie les ha aconsejado cómo actuar ante los medios de comunicación ni han recibido ayuda psicológica de ningún tipo, tal y como está recibiendo la familia de la madre".

Los padres de José Bretón llevan días sin salir a la calle, debido a la continua presencia de los medios a las puertas de su casa, situada en la calle Don Carlos Romero. Según Rafael, la presión mediática de los últimos diez días está afectando a la salud de los abuelos, que constantemente reciben visitas de sus familiares más directos y de los vecinos de la zona.

El amigo de José Bretón pidió prudencia e insistió en que el padre de los niños se siente "impotente y está hundido" por haber perdido a sus hijos. No obstante, aseguró que Bretón está totalmente informado de lo que pasa en el exterior a través de la televisión y de los diarios. "Él insiste en que es inocente de la desaparición de los pequeños y creo que todas las personas tenemos derecho a la presunción de inocencia hasta que se demuestre lo contrario", concluyó.