Los actos vandálicos se ceban con las instalaciones deportivas municipales
Fírvida no descarta que sea por la crisis y por la cercanía de las elecciones
El Patronato Municipal de Deportes de Algeciras (PMD) está acostumbrado en los últimos meses a despertarse con destrozos en alguna de sus instalaciones. Calcula que hace algo más de un año fue cuando comenzaron a registrarse los daños, aunque en las últimas semanas han aumentado.
Prácticamente no hay pabellón o pista de la ciudad que se haya salvado de estos vandalismos, que en algunos casos son graves y en otros menos, pero constantes. "Lo mismo no es así, pero cada vez que nos acercamos a las elecciones hay más historias de estas. También puede ser por la crisis", indica el concejal de Deportes, Julio Martínez Fírvida, quien dijo tras el robo al estadio de atletismo Enrique Talavera que ya olía a chamusquina.
Es cierto que en algunos de estos golpes hay un trasfondo económico, pero en otros hay otras razones. Los que entraron a robar en el polideportivo Juan López Hita se llevaron 200 metros de cable eléctrico, valorados en 1.500 euros, para quedarse con el cobre. El móvil de los que asaltaron el estadio de atletismo Enrique Talavera fue el robo, al igual que ocurrió en marzo, aunque en la última ocasión ya no había dinero en metálico en las dependencias.
Trabajadores del PMD se encargaron de arreglar los desperfectos que sufrió la valla metálica perimetral de la pista polideportiva de La Reconquista, que fue mejorada una semana antes. Fueron arrancadas varias de las piezas de sujeción del vallado a la pista de hormigón.
Tres cristales de las pistas de pádel del Ciudad de Algeciras -cada uno cuesta 900 euros- tuvieron que ser repuestos al aparecer rotos y no precisamente por su uso. Piedras delataron la causa. Las mallas y los cerramientos son las estructuras que más se ven afectadas. No han sido ajenas las instalaciones del Saladillo y de La Reconquista. La pista artificial de fútbol sala del López Hita apareció quemada. La Policía ya ha efectuado alguna detención, sospecha de otros y ha reforzado la vigilancia en las instalaciones. Algunas veces los actos vandálicos se producen porque los usuarios no entienden demasiado bien que para jugar hay que pagar.
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