La tranquilidad impera en el jueves de Feria, que ya mira a su recta final

La recta final de la Feria Real 2015 ya es un hecho. El sol apretó probablemente más que nunca en este pasado jueves. Se dejó notar al mediodía en las calles del recinto ferial, donde apenas pasaba un alma o dos, y todos buscaban el cobijo en cada recoveco de las casetas. Bajo la portada, en los laterales de las calles e incluso debajo de cualquier árbol los abanicos se agitaban con fuerza y fue precisamente esta subida de la temperatura a las cinco de la tarde la que motivó que algunas casetas, como El Mero o El 15, disfrutaran de una gran entrada de público.

La "resaca" del miércoles festivo también se dejó notar y seguramente muchos grupos de amigos decidieron guardar fuerzas para encarar el día de hoy y el de mañana sábado, como fin de fiestas con los fuegos artificiales, que están previstos a partir de las doce de la noche. Si bien, como viene siendo habitual a lo largo de toda la semana el ambiente en las casetas juveniles y de mayor ambiente se está dejando notar a partir de las siete de la tarde.

Los almuerzos de amigos, familiares y caseteros volvieron a salvar el mediodía y casetas como la Peña Miguelín o Portuarios concentraron un gran número de comensales, que luego se animaban con un refresco para continuar deleitándose con los espectáculos que en cada caseta se inventaban para animar a los clientes.

Y a pocos metros del recinto ferial, en la calle Ramón Puyol donde se ubican algunos puestos de vendedores ambulantes, la estampa recreada era la misma de cada día. Cuando el reloj marcaba las dos de la tarde impregnaba la calle un olor a puchero que salía de una caravana que por la noche se convertía en una gran tienda de turrones. Detrás de una tela marrón una mujer se adentraba con un barreño de ropa húmeda y dejaba escapar el sonido de un televisor encendido. Esta estampa también es la Feria y es con la que conviven muchos de los vecinos que esta semana se amoldan a estos horarios de fiesta callejera infinita y de música alta en las casetas.

La jornada de ayer marcaba el camino del final de la Feria Real, un sendero que invitaba a disfrutar del buen ambiente que está reinando este año con fuerza. El atardecer volvió a congregar tanto a los que apuran cada sorbo de una copa en el recinto ferial como a las familias que convierten cada jornada para sus hijos en un gran parque de atracciones.

De nuevo hubo gran concurrencia en la zona del paseo de caballos, entre los jinetes y amazonas y los carros que bajo el cartel de 19 euros el viaje y el símbolo de Apymeal han dado este año a la celebración un empaque especial, sobretodo para los turistas o visitantes de otras ciudades que este año han pisado el recinto y han podido conocer de primera mano las posibilidades de ocio y disfrute.

Este jueves de Feria Real tradicionalmente ha significado el repunte de cara a la conclusión de la semana, si bien en este segundo año disfrutando de miércoles como festivo local en Algeciras la situación ha girado y se ha desinflado un poco. Aunque lo cierto también es que los incondicionales del botellón no temen a las altas temperaturas y a las cinco de la tarde ya había jóvenes en la zona de La Reconquista junto al centro cívico.

Por otro lado, la jornada estuvo marcada por el ambiente en torno al coso, en vista a la novillada que arrancó anoche la feria taurina a partir de las nueve y media y que arrojó la típica imagen de aficionados con neveras y cargados de víveres para disfrutar hasta el filo de la medianoche del debut con picadores de los jóvenes El Paquera, Luz y Jiménez López. Impregnó el cielo de una luz especial el encendido del interior y los focos de la plaza y la buen temperatura empujó a muchos ciudadanos a pasear por el recinto ferial.

Además los más jóvenes volvieron a llenar la calle Encaje y su paralela junto a las Colinas, de manera que volvieron a adueñarse del ambiente ferial a horas más trasnochadoras. Mientras, la normalidad iba marcando el día que seguía siendo vigilado atentamente por efectivos a pie del Cuerpo Nacional y Local de Policía, así como los férreos controles por seguridad de la Guardia Civil, especialmente en las vías cercanas a la salida del recinto del Parque Feria.

El jueves se fue apagando y con él un día menos de esta semana, que ya no es semana al quedarse atrás el segundo domingo. Hoy se espera un repunte del ambiente en la Feria Real, de forma que se convierta en una semana donde impere la fiesta y la buena diversión.

Las luces que dibujan el camino hacia el Real se fueron apagando y los operarios de Limpieza de la empresa Algesa con mayor esmero desempeñaban su labor. Es destacable el esfuerzo que vienen haciendo con cuadrillas reforzadas para esta semana, en la que no sólo cabe diversión, sino también gran trabajo.