El tráfico de pasajeros en el puerto de Algeciras entre 1930 y 1964
historia del puerto de Algeciras (XC)
Historia. El muelle de la Galera y el pesquero soportaban un enorme trasiego al concentrarse en ellos los movimientos de pasajeros, mercancías y la actividad pesquera
Los Planes de Obras acometidos por la Junta entre los años 1939 y 1964 tenían como principal objetivo habilitar nuevas superficies de muelles y ampliar las líneas de atraque y los calados existentes, al mismo tiempo que se proyectaban muelles específicos que posibilitaran la especialización de los mismos (prolongación y ensanche del muelle pesquero y construcción de un muelle para pasajeros y automóviles) con el fin de poder atender la creciente demanda generada por esos tráficos. En los años que siguieron a la Guerra Civil, el muelle de la Galera y el pequeño y reciente muelle pesquero soportaban un enorme trasiego al concentrarse en ellos, de manera poco ordenada, los tráficos de pasajeros, de mercancías y la actividad pesquera. Pasajeros procedentes de Gibraltar, Ceuta y Tánger y, desde mediados de la década de los años cuarenta, automóviles llegados de la otra orilla (desde 1952 su número se incrementó notablemente con la puesta en servicio de los transbordadores "Victoria" y "Virgen de África"), se mezclaban con los camiones y los trenes de mercancías y las complejas labores de desembarco, preparado y venta de pescado. Y todo ello confluyendo en el cuello de botella que presentaba el muelle de la Galera en su tramo inicial que no había sido reformado desde su construcción en los años 1913-1917.
Toda esta desaforada actividad constructiva por parte de la Junta de Obras -expuesta en artículos anteriores- evidencia la necesidad urgente que a los ojos de los miembros de la institución portuaria existía de mejorar los anquilosados medios con que se contaban para atender a unos tráficos que, si eran importantes a mediados de los años cuarenta, se preveía que crecieran de manera exponencial en las décadas siguientes. El presente artículo y los siguientes se dedican a analizar las características de dichos tráficos y la evolución de los mismos hasta el año 1964, cuando se asiste a los momentos iniciales de un profundo cambio en el modelo económico español que tuvo notables repercusiones en al puerto de Algeciras y en las poblaciones de su entorno.
En líneas generales se puede señalar que entre 1930 y 1964 los tráficos protagonizaron un incremento muy acusado, sobre todo en el cómputo total de mercancías, con dos períodos de crisis, uno entre 1933 y 1936 y otro entre 1950 y 1951. Lo mismo sucede con el tráfico de pasajeros que tuvo un crecimiento muy importante entre 1952 y 1964, con un lógico período de crisis entre 1934 y 1938 y un estancamiento entre 1946 y 1950. En el ramo de la pesca, el incremento fue igualmente espectacular, de manera más acusada en los períodos de 1936 a 1940 y de 1956 a 1960. A partir de esa fecha, se asiste a un descenso notable en las toneladas de pescado fresco desembarcado. En el tráfico de corcho existieron pronunciadas fluctuaciones, según períodos, aunque en general esta mercancía, destinada a la exportación, mantuvo unos niveles de comercialización constantes, con un período de crisis y estancamiento entre 1940 y 1944 y una caída permanente de la actividad a partir de 1958. En el avituallamiento de buques, la aguada tuvo una actividad sostenida, aunque siempre dentro de unos niveles modestos. El carbón nunca fue un tráfico importante en el puerto de Algeciras -la competencia de Gibraltar y de otros puertos españoles era muy intensa- y el petróleo sólo comenzó a tener importancia a partir del año 1962.
El tráfico de pasajeros
Acabada la Guerra Civil, a la paralización ocasionada por los efectos negativos de la contienda en el movimiento de personas, vino a sumarse las perniciosas consecuencias provocadas por el conflicto mundial. El tradicional tráfico de viajeros con el vecino puerto de Gibraltar, que había decaído notablemente durante la guerra española, volvió a recuperarse en la década siguiente, pero el movimiento de pasajeros de otras naciones tendría que esperar a los inicios de los años cincuenta para que se asistiera a un desarrollo sostenido, aunque los tráficos de personas procedentes del vecino protectorado de Marruecos, tanto de la zona española como de la francesa, se mantuvieron o incluso se incrementaron en algunos períodos, sobre todo después del año 1946.
Los viajeros que usaron el puerto de Algeciras entre 1939 y 1964 hay que encuadrarlos en tres grupos: a) los pasajeros procedentes o con destino a Gibraltar, que en el año 1959 alcanzaron el número de 1.343.772; b) los pasajeros procedentes o con destino a Ceuta y Tánger que en el mismo año ascendían a 467.043; y c) los pasajeros que embarcaban o desembarcaban de los trasatlánticos (a partir del año 1955 y que en 1959 fueron 73 buques) que alcanzaron un total de 5.849 viajeros.
Es necesario señalar que, aunque ya era notable el crecimiento en el número de pasajeros procedentes o con destino a los puertos de Ceuta y Tánger en la década de los años cuarenta, sería con la puesta en servicio de los "ferry-boats" "Victoria" y "Virgen de África" en 1952 y 1953 respectivamente, cuando se asistió a un enorme incremento del tráfico de viajeros en ambas líneas del Estrecho. Los pasajeros embarcados y desembarcados por el puerto de Algeciras en el año 1946, fueron 1.098.260; en 1948 la cifra ascendió a 1.218.899, de los cuales 387.416 embarcaron o desembarcaron con destino a Gibraltar. En el año 1952 se contabilizaron 1.474.657 pasajeros y en 1953 el número había ascendido a 1.719.070.
En 1960 se llegó a mover un número total de 2.302.558 pasajeros. En la Memoria del "Proyecto de ampliación provisional del edificio de Estación Marítima" de 1949, su redactor justifica la necesidad de la obra en "que el tráfico de pasajeros y automóviles crece con enorme rapidez", aunque luego sus previsiones no se ajustaron a la realidad, puesto que el incremento, al menos en el tráfico de pasajeros, fue moderado hasta el año 1952, cuando se inauguren, el 15 de junio, los viajes del transbordador "Victoria".
El Ingeniero Director, José Buiza y Fernández-Palacios, en un informe que elabora en 1961 para justificar una serie de obras, entre ellas las de la "Estación Marítima y pabellón para los pasajeros de Gibraltar", asegura que uno de los motivos es "el gran número de pasajeros que utilizan para sus embarques y desembarques el puerto de Algeciras que asciende anualmente a una cifra del orden de los 2 millones… y que una gran parte de estos pasajeros son de nacionalidad extranjera…".
Antonio Torremocha. Doctor en Historia Medieval. Académico de número de la Academia Andaluza. Director del Museo de Algeciras (1995-2007)
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