La telefonía móvil y la salud, a debate en el Millán Picazo

El auditorio Millán Picazo acogió ayer una jornada sobre el uso de telefonía móvil y la salud, organizada por la Diputación de Cádiz en colaboración con la Federación Española de Municipios y Provincias (FEMP), el Ayuntamiento de Algeciras y el Colegio Oficial de Médicos de Cádiz.

Este foro, dirigido a técnicos municipales, universitarios, profesionales docentes, colectivos sociales, entidades ambientalistas e interesados, abordó, entre otras cuestiones, la legislación y la jurisprudencia sobre la telefonía móvil, las competencias en la materia, los campos electromagnéticos y la salud pública, la postura de los colectivos ecologistas ante el despliegue de las infraestructuras de telefonía móvil en la provincia y la alarma social que sus efectos pueden causar sobre la salud.

El epidemiólogo Francisco Vargas Marcos manifestó que las antenas de telefonía no suponen ningún riesgo para la salud de la población y subrayó que ningún estudio científico ha constatado que haya motivos que sustenten la alarma social que producen. "Este es un debate artificial, social y no científico".

Consideró que en la polémica entran en juego "desde intereses inmobiliarios, económicos o políticos hasta chamanes que quieren vender pulseritas anticampos electromagnéticos usando para ello una palabra que provoca tanta inquietud como radiación. Las radiaciones existen a nivel cotidiano, en cualquier aparato de casa, desde una radio a un ordenador, pero a unos niveles que el cuerpo puede afrontar con sus sistemas de regulación". Añadió que la normativa para la instalación de antenas es muy garantista.