Situación actual y futura de Algeciras
Tribuna de opinión
La ciudad precisa un cambio en la visualización de todo aquello que interesa a los ciudadanos, aminorar la deuda y un Plan General de Ordenación Urbana
Deben acceder a la política, por tiempo determinado, profesionales capacitados en diferentes áreas y que sacrifiquen un tiempo a esta actividad
Promesas
Durante las pasadas fiestas navideñas, a través de Europa Sur, su director, Javier Chaparro, ha plasmado en sendos artículos semanales, de forma acertada, su opinión sobre distintos aspectos que afectan a la ciudad de Algeciras. Y comenzando por el último de ellos, titulado Promesas, se hace eco de los tres proyectos municipales para este año 2025 y considera el autor que se quedan cortos, ya que llegan tarde.
Uno de ellos -la demolición del parking Escalinata- ya casi terminado, se hace, no como proyecto, sino por imposición de una sentencia del Tribunal Supremo que hace años declaró la ilegalidad de esa construcción. Al cabo de más de 20 años es cuando se llega a cumplir.
Otro de los comentarios se refiere al caso de Algesa, en el que tras una auditoría realizada meses atrás, en torno a los años 2019-2022 y conocida en diciembre pasado, refleja unos datos ya apuntados con anterioridad por la Comisión Antifraude de Andalucia que concierne a contrataciones -de personal y de proveedores-, sin seguir presuntamente los trámites legales administrativos. Izquierda Unida ha denunciado los hechos ante la Fiscalía de Algeciras, según informaciones publicadas, al considerar que existen indicios de presuntos delitos. Todo esto sin que, desde que se tuvo conocimiento por responsables municipales, se hayan tomado medidas algunas. Es la hora de la Fiscalía, donde me consta que los magníficos profesionales con los que cuenta analizarán cuanto se les ha puesto en conocimiento para su estudio y, en su caso, depuración de poder ser los hechos constitutivos de delito.
Y expuesto lo anterior, cierto es que Algeciras precisa un cambio en la visualización de todo aquello que interesa a los ciudadanos. Hay dos formas de concebir la política. Una de ellas, mantenerse a base de marketing, sin inmiscuirse en problemas que acucian a la ciudadanía; y una segunda forma es el idear proyectos que sean beneficiosos y que desean quienes habitan la ciudad. Y para esta segunda comparto la opinión vertida en otras manifestaciones, en el sentido de que deben acceder a la política, por tiempo determinado, profesionales capacitados en diferentes áreas y que sacrifiquen un tiempo a esta actividad. Así podrá salir adelante Algeciras, que goza de una grandiosa riqueza natural y humana.
Aminorar la deuda municipal de alrededor de 300 millones de euros, que otras ciudades como La Línea y Estepona han sabido reconducir, es otro gran problema sin resolver y con más endeudamiento cada año.
Con urgencia debe empezar a redactarse un Plan General de Ordenación Urbana (PGOU). Todas las ciudades cuentan con un plan en el que se recogen todas las medidas para diseñar, organizar, planificar y ordenar el territorio determinado. Un documento de ordenación que se ocupa del futuro de las zonas rurales y urbanas, así como de la forma en que desean vivir sus ciudadanos. Y debe hacerse con el consenso y oyendo a la ciudadanía y no solo con la decisión de una o varias personas.
Pero junto a ello, es preciso no olvidar lo que queda pendiente de promesas electorales anteriores y desarrollarlas antes de elevar otras nuevas. Así, entre otras, la creación de un servicio de ictus en el hospital Punta de Europa, que fue una de las "promesas estrellas" en las elecciones municipales de 2019; o la construcción del Palacio de Justicia, que aglutine juzgados y Audiencia, que se decía estaría funcionando en 2026. Al día de la fecha, escaso o nulo presupuesto se ha previsto para ello.
No debe descuidarse el patrimonio de Algeciras. Entre otros varios, el asilo San José, prácticamente en ruina desde hace años, donde se han hecho promesas de reconstrucción y de uso alternativo que nunca han llegado. Edificios públicos y lugares donde nacieron personajes de Algeciras, abandonados y olvidados, deben ser objeto de reconstrucción para mantener el patrimonio algecireño.
No puede asumirse que el Puerto de Algeciras, que hace años ocupaba el número uno en el ranking nacional en transporte de contenedores, hoy se encuentre en cuarto lugar. Ni tampoco que la plaza de toros baje su categoría de plaza de 2ª a plaza de 3ª. No es fácil de digerir cuando se ha podido evitar con actuaciones que hubieran impedido llegar a esa situación.
Cierto que se ha hecho peatonal la Avenida Capitán Ontañón, en el centro de la ciudad, pero las barriadas han quedado en su gran mayoría en el olvido. Se precisan actuaciones en todos los sentidos en estos lugares, incluida la seguridad con la policía de barrio, ya que forman parte de la ciudad. Actuaciones que se vienen reclamando desde hace años ante la indiferencia municipal.
Hay que explicar todos los asuntos de interés a los ciudadanos. La política afecta a todos y, ante la situación actual, debe ser la ciudadanía quien tome partido, organizándose y proponiendo como alternativa a profesionales, sin intereses personales, y capaces de desarrollar cuanto interesa para la ciudad. De esa forma, todo irá mejorando por el bien de Algeciras.
Temas relacionados
No hay comentarios