Antonio Benítez 'Noni', uno de los miembros más queridos de La Trocha
Obituario
Entre sus aportaciones a la cultura de Algeciras destaca el impulso a la creación del Museo Municipal
Muere Antonio Benítez Santos, firme defensor del patrimonio de Algeciras
Al final ha ocurrido lo inevitable. Tras un calvario de muchos años de enfermedad, que por desgracia se fue complicando con el tiempo, ha fallecido un entrañable compañero, Antonio Benítez Santos, Noni para sus familiares y amigos. Su batalla contra la adversidad fue grande, pero al final la biología venció a la voluntad de resistencia y nuestro amigo nos dejaba el lunes cuando estaba ingresado en el prestigioso Hospital Quirón de Los Barrios.
A nuestra mente han acudido aquellas excursiones arqueológicas de los años sesenta del siglo pasado o las interminables conversaciones sobre arte y arqueología que tuvimos durante tantos años. Sobre todo recordamos su invencible entusiasmo por la cultura, pues lo mismo podía hablar con total propiedad de arte que de cualquier otra actividad cultural, pues, por ejemplo, fue actor de teatro durante años hasta que, cansado de las tablas, organizó en Algeciras una pequeña pero avanzada librería que estaba totalmente al día en lo más adelantado del momento y que se convirtió en concurrido punto de encuentro para la intelectualidad campogibraltareña. Antonio se integró en la Comisión Organizadora del Museo Histórico Arqueológico de Algeciras trabajando mucho y muy bien en ella, ya que fue su segundo secretario (el primero había sido Pedro Rodríguez Oliva, actual catedrático emérito de Arqueología en la Universidad de Málaga).
La citada comisión se creó en 1963 y desde entonces luchó contra viento y marea para cumplir sus objetivos, reuniendo importantes colecciones de piezas, ante la indiferencia y desprecio de unas autoridades locales todavía muy inmaduras culturalmente para comprender la importancia que adquiere una ciudad cuando dispone de un Museo Municipal. En otro orden de valores, recuerda algo de la máxima actualidad: ciudadessin ElCorte Inglés y ciudades con ElCorte Inglés. No hacemos aquí propaganda de ninguna empresa, constatamos una evidente realidad.
Una de las huellas del paso de nuestro amigo por la citada comisión es el libro de actas que, como secretario, fue redactando pacientemente durante años. Un interesante documento -ya de interés histórico- que Antonio Benítez, con excelente criterio, donó al actual museo municipal.
Antonio, que era profesor de enseñanza secundaria y que por oposición se había convertido en funcionario municipal, se integró en la siguiente fase de las gestiones pro-museo, cuando eran coordinadas por el recientemente fallecido Juan Ignacio de Vicente. Nuestro compañero aportó a esta fase todos sus conocimientos adquiridos en la anterior fase. Y así, con toda propiedad, tras la dimisión del citado Juan Ignacio de Vicente, al ser funcionario y técnico municipal de cultura, fue designado como director provisional del museo. Dotado de una correcta infraestructura de exposición, el museo o más bien la colección musealizada se abrió por primera vez al público ocupando un sector del antiguo Hospital Municipal.
Hay que distinguir entre una colección musealizada y un verdadero museo, que aparte de lo expuesto ha de disponer de una serie de servicios de administración, restauración y seguridad, entre otros servicios, con una dotación económica fija que permita el ejercicio de una serie de funciones de carácter científico-social. Y por supuesto con la creación y financiación de un imprescindible equipo de trabajo multidisciplinar formado en las diferentes áreas de trabajo en que se divide una institución de ese tipo.
Tras su paso por la museología, Antonio regresó a la enseñanza. Tras su jubilación se dedicó a su gran pasión, la investigación y defensa del patrimonio cultural. Pertenecía a la prestigiosa Asociación Nacional de Amigos de Los Castillos y fue nombrado miembro del Instituto de Estudios Campogibraltareños, integrándose en su Sección primera, especializada en Geografía e Historia. Antonio realizó publicaciones sobre historia y participó en diversas actuaciones de protección del patrimonio. Una de esas actuaciones fue el hacerse cargo de la gran colección de cerámica y orfebrería que el recordado Luis Carlos Gutiérrez Alonso donó (otro ejemplo a seguir) a nuestro cada vez más valioso Museo Municipal. El donante estaba en Algeciras en las últimas fases de la enfermedad que poco después se lo llevaría, pero sus colecciones estaban en su domicilio de Madrid. Por expreso deseo de Luis Carlos, ante el Ayuntamiento y la dirección del museo, se designó expresamente a Antonio Benítez Santos como coordinador de la delicada operación de localizar cada pieza de la colección en cada rincón de la casa, siguiendo indicaciones minuciosas que recuerdan a las novelescas instrucciones para acceder a tesoros propias de las películas. Cada valioso elemento de aquel notable legado, hoy disfrutado por todos en nuestro museo, fue localizado, inventariado, embalado y transportado por Antonio desde Madrid a Algeciras, por lo que pudo ser convenientemente expuesto.
Antonio o Noni fue toda su vida un gran coleccionista de arte y antigüedades y otro aspecto interesante de él fue su relación directa con el arte, reforzada al ser su hermano Manuel un gran artista, posiblemente el mejor retratista de su época, pues establecido en Madrid adquirió fama internacional, lo que le llevó a representar a numerosas personalidades de la actualidad, la aristocracia y la cultura. Por supuesto, Noni conservaba obras de su hermano y la familia nos ha manifestado su deseo de donar alguna al museo de Algeciras, lo cual es una gran muestra de cultura y amor a la ciudad.
Manuel Benítez Santos es otro gran valor algecireño que debemos recuperar y honrar como merece. Por cierto, la sección de arte del Museo Municipal cada vez es más importante y, de seguir así, soñamos en La Trocha el que algún día sea tan notable que pueda tener vida propia, independizándose para convertirse en el Museo de Bellas Artes de Algeciras. Pero este es un proyecto del que La Trocha hablará en su momento.
Ni que decir tiene que nuestro Noni fue acogido con los brazos abiertos en nuestra asociación, La Trocha, con la cual colaboró lo que le permitía su precario estado de salud. Pero eso no fue lo más importante, sino su calidad humanay su contagioso entusiasmo por todo aquello que le gustaba.
Hoy, será un día triste para todos nosotros y en nuestra asociación ha quedado un vacío difícil de llenar, por lo que somos solidarios con el dolor de su familia a la que expresamos nuestras condolencias. Siempre le recordaremos.
Descanse en paz un amigo inolvidable.
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