Cómo montar una carreta romera

Cómo organizarse para montar una carreta... y no salir enfadado en el intento. Además de devoción por el patrón, la Romería de San Isidro Labrador de Los Barrios necesita muchos preparativos que requieren tomar decisiones que pueden hacerse difíciles en grupos grandes. Como cuestión principal, las peñas de la Villa ya se afanan por hacerse con los vehículos necesarios para participar en el camino hasta la Montera del Torero, que no es una cuestión fácil. De hecho, la logística previa a la fiesta puede traer de cabeza a muchos de los romeros.

Si no se dispone de carreta, hay que buscar un buen remolque al que poder subirse si las curvas del Castaño de la Ruta del Toro se hacen muy cuesta arriba. Para ello, muchas peñas ofrecen la suya si este año no piensan salir o también es habitual que la gente de campo alquile algunas de las que disponga.

El remolque debe ser tirado por un vehículo potente, ya sea 4x4 o tractor. No todo el mundo los tiene y, por ello, es habitual que se limpien y decoren para ser alquilados, con o sin conductor, que es el tercer elemento básico para salir en Romería en Los Barrios.

Contratar a un chófer es muy necesario por tratarse de una tarea básica en la romería barreña. Si un miembro de la peña debe conducir acaba siendo un engorro, ya que limita mucho su diversión. Por un módico precio o mediante trueque, hay muchos hombres que se ofrecen para conducir.

La decoración también se lleva un buen tiempo. Llamar la atención sobre las demás se hace bastante difícil entre las más de 100 carretas, todas ellas con colores brillantes, flores y farolillos, colocados de forma graciosa sobre el remolque.

Comida, bebida, encargar los chicharrones, el pan, qué comemos el domingo, llévate tú la carreta, yo prefieron irme en autobús, ir a comprar, almacenarlo todo, llevarlo todo muy temprano a la carreta, los jarrillos de lata se me han olvidado, el nombre de la carreta, quién ha ido a apuntarnos... todo es dinero y trabajo que, en algunos casos, puede llevar incluso a romper grupos de amigos de toda la vida.

Sin embargo, este extremo tampoco es muy frecuente, ya que el carácter romero debe prevalecer por encima de todo. Todo sea por hacer que las tradiciones del pueblo no se pierdan, fruto de la devoción y/o de las ganas de divertirse de los barreños de toda la vida.

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