Un gran avance con un precio excesivo

Una de cal y otra de arena. Eso parece ser que es lo que desde la industria farmacéutica quieren hacer con los grandes avances en el tratamiento de la hepatitis C. Como cuenta Manuel Torres Tortosa, jefe de sección de enfermedades Infecciosas y director de la Unidad Clínica de Enfermedades Infecciosas y Microbiología del hospital Punta de Europa de Algeciras, principal promotor de un manifiesto que está dando mucho que hablar en toda la geografía española, Europa y el resto del mundo con una política "claramente injusta".

"Este manifiesto surge de la indignación que provoca que, con la aparición de nuevos fármacos que suponen una revolución terapéutica para la hepatitis C, se coloquen a unos precios tan elevados de manera injustificada y unilateral por parte de la industria farmacéutica", señala Manuel Torres entre la indignación hacia una industria a la que, igualmente, admira por lo que ha logrado. "Pocas veces ocurre un cambio tan radical en la terapia de una enfermedad que afecta a tantas personas. Además, con este nuevo tratamiento, se consigue curar a más de un 90%".

Una enfermedad que, sólo en España, afecta a alrededor de 800.000 personas y que con este avance tendrían un tratamiento de fácil administración, de duración media de 12 semanas y sin efectos secundarios importantes.

Un tratamiento que ya ha dado mucho que hablar también en Estados Unidos donde se le conoce como la pastilla de los 1.000 dólares, porque es lo que cuesta cada comprimido de unos 80 que se requieren para la medicación completa. Los precios, sorprendentemente y sin justificación alguna -al menos por el momento-, de Sovaldi (nombre comercial), con Sofosbuvir como principio activo, son prohibitivos para la gran mayoría de la población enferma.

"Los precios del tratamiento pueden oscilar los 60.000 euros, lo que hace peligrar que puedan ser aplicados en la mayoría de los casos", asegura el promotor del manifiesto en lo que ya se ha convertido en todo un clamor en todo el mundo.

Además, en países con un sistema sanitario como el español existiría un problema añadido, ya que al pertenecer el tratamiento al Sistema Nacional de Salud, no se podría asumir unos costes tan elevados al tener que tratar a miles personas, al igual que tampoco podrían hacer frente a su precio la mayoría de enfermos de forma individual.

El manifiesto ya ha sido apoyado por más de 200 doctores hasta el momento. Además, todos ellos son especialistas que trabajan directamente en el tratamiento de esta enfermedad o, indirectamente, tratando los daños que ella provoca. Algo que viene a justificar notablemente las reivindicaciones del manifiesto y lo injusto de la política de mercado de la industria farmacéutica.

"La intención del manifiesto es que la gran mayoría de los enfermos de hepatitis C, por lo menos todos los que tienen la indicación de se tratados, puedan serlo y que el coste no sea un impedimento para que esto ocurra", subrayó el doctor Manuel Torres.

Asimismo deja claro que este manifiesto no está dirigido únicamente a la industria farmacéutica, que también. "Nuestro mensaje va dirigido, sobre todo, a las administraciones sanitarias porque son precisamente ellas quienes negocian con la industria farmacéutica el precio final a pagar. Son ellos los que tienen que conseguir precios socialmente razonables y asequibles".

"En un sistema sanitario como el nuestro defendemos que los tratamientos sean los mejores y que no haya distinción en función del poder económico del enfermo, pero así es imposible", advirtió el jefe de sección de Enfermedades Infecciosas del hospital Punta de Europa.

Cabe recordar que, hasta la fecha, el tratamiento convencional actual de esa infección consigue curar alrededor de un 70 % de los enfermos, aunque con una elevada frecuencia de efectos adversos graves, lo que condiciona además que muchos pacientes no puedan iniciarlo al estar contraindicado, por lo que este nuevo hallazgo requiere una importancia aún mayor.