La Policía Nacional ha detenido en Algeciras y Lebrija (Sevilla) a tres personas de un grupo organizado especializado en delitos de estafa. Los arrestados estafaban a vendedores particulares de vehículos simulando la compra del vehículo; para ello firmaban el contrato de compraventa y efectuaban una transferencia bancaria que no llegaba a consumarse.

De esta forma, la trama se apoderaba de los coches que posteriormente eran transferidos a un tercero, que actuaba como mula, para su exportación a países fuera de la Unión Europea.

La Policía, que mantiene la investigación abierta, estima que se han producido cuatro estafas con este método en Andalucía, con un valor defraudado de 45.000 euros. 

La investigación se inició tras la denuncia de un vecino de Alcalá de Guadaira (Sevilla), víctima de esta estafa. Las pesquisas llevaron a identificar a un joven de 18 años residente en Algeciras como uno de los autores. Así, el Grupo de Delitos Tecnológicos de Algeciras se hizo cargo del atestado policial para esclarecer los hechos.

Tras varias semanas de investigación, los agentes averiguaron que el joven no actuaba solo, sino que tras él se encontraba un grupo criminal del que se ha identificado a otros dos componentes, entre ellos el líder del grupo.

La estafa se realizaba simulando la compra de los vehículos por parte del joven residente en Algeciras. Este contactaba con los propietarios y tras negociar un precio simulaba una transferencia bancaria. Con el pago (que no llegaba a materializarse) convencía a los propietarios para que les entregaran los coches coche inmediatamente, firmando a la par un contrato de compraventa en el que aparecía como único comprador.

A continuación, este joven hacía un contrato de compraventa simulado para transferir los vehículos al principal investigado, de 36 años y residente en Lebrija, donde regenta un establecimiento de compraventa de vehículos y un taller.

Y a continuación, el cabecilla de esta organización transfería nuevamente los vehículos a otro individuo, también vecino de Lebrija y de 38. Este tercer propietario hacía en la cadena un papel de "mula", como persona que se ponía a su nombre los vehículos conseguidos mediante la estafa. 

Así se trataba de dar apariencia de legalidad a la estafa y se buscaba descargar de toda posible responsabilidad penal al joven algecireño, desvinculándole de los principales actores de la estafa. Los vehículos conseguidos con este método eran exportados a terceros países para ponerlos fuera del alcance de la Justicia.

Los investigadores de la Comisaría de Algeciras se desplazaron hasta Lebrija, donde se procedió al registro del concesionario de compraventa de vehículos, una nave industrial y un taller de mecánica regentados por el presunto cabecilla del grupo criminal,. En las instalaciones se logró recuperar un vehículo de gama alta.