Los detenidos por el homicidio en El Saladillo, a disposición judicial
Unos 300 vecinos se concentran en la calle en repulsa por la muerte del joven y para exigir justicia
El barrio de El Saladillo ayer estaba muy revuelto y compungido. El fallecimiento durante una reyerta de un joven de 24 años, conocido por todos como Camarón, dejó rota no sólo a su familia -con dos hijas de 3 y 1 años- sino a todo el vecindario que decidió salir a la calle al final de la tarde para unir sus voces pidiendo justicia contra los supuestos autores del homicidio.
Los más de 300 vecinos que cortaron el tráfico de la calle José Espronceda cerraron filas en defensa de la familia del joven que perdió la vida el viernes al mediodía al verse envuelto en una reyerta por la que hay tres detenidos, los cuales mañana pasarán a disposición judicial acusados de un delito de supuesto homicidio con arma blanca.
Los vecinos mostraron su pesar de forma espontánea con gritos de justicia. En la entrada de la urbanización Las Gardenias también aparecieron pintadas contra la familia, a la que gritaban que se fueran. En una gran lona los vecinos escribieron las palabras "Asesino, justicia, fuera", que se convirtió en el lema principal de la protesta improvisada.
Los vecinos avisaron por la mañana de la intención de guardar unos minutos de silencio y por ello la calle sobre las 20:00 se blindó al paso de vehículos en sus dos accesos por parte de los Cuerpos Local y Nacional de Policía, con el apoyo de Bomberos.
Una de las vecinas explicaba ayer a este diario que era una "injusticia" y pedía "más protección oficial". Esta fue una de las frases que más sonaron ayer. La cercanía de los agentes fue aprovechada por algunos residentes para mostrar su indignación ante el homicidio, a la vez que les advertían a de la inseguridad que campaba en el barrio por culpa del narcotráfico. No obstante la reyerta mortal nada tiene que ver con la droga, sino que se trató de una disputa por motivos personales.
Durante más de una hora los vecinos estuvieron en plena calle, haciendo pública su indignación. A lo largo del día se fue creando un altar improvisado con velas que empezó con forma de corazón pero acabó lleno por las muestras de condolencias. Una foto del joven, una cruz, dos camisas de fútbol y un balón lleno de firmas, entre flores. Era la forma que tenían los vecinos de llorar y mostrar su indignación.
En el barrio muchos coincidían en señalar el "gran corazón" de 'Camarón'. Un chaval que empezó jugando al fútbol y era árbitro actualmente. "No se metía con nadie", recordaba una joven que se crió con él. Ella misma señalaba que la concentración no buscaba problemas sólo hacer visible el apoyo hacia su familia, totalmente devastada.
1 Comentario