El comité firma el acuerdo que se saldará con el cierre de Torraspapel

El comité de empresa de Torraspapel firmó ayer el acuerdo que alcanzó con la compañía y que implica, entre otros aspectos, el cierre de la única fábrica que queda en la ciudad. De esta manera se cierra un círculo que arrancó a finales del año pasado cuando la dirección de la empresa decidió por motivos organizativos el cese de la actividad del centro que hay instalado en Algeciras.

Los comités que están integrados en la plataforma que crearon para conjuntar las reivindicaciones siguieron ayer los mismos pasos que el algecireño. La firma de ayer no significa la desvinculación desde ya. La plantilla irá dejando su puesto de trabajo de manera gradual.

El siguiente paso en este proceso es que la autoridad administrativa pertinente (el Ministerio de Trabajo) dé el visto bueno al Expediente de Regulación de Empleo (ERE). Tiene a partir de ahora un plazo de diez jornadas para hacerlo. En estos días los trabajadores conocerán la manera en que se ajustarán a las condiciones para adaptarse o a las prejubilaciones o a las recolocaciones o indemnizaciones económicas.

Está previsto que a mediados de febrero los prejubilados ya estén adheridos al Servicio de Andaluz de Empleo (SAE) y los que opten por las indemnizaciones estén liquidados. En estos momentos la plantilla está sin trabajo, pero por falta de pedidos. Mientras este proceso llegue a su fin, los trabajadores que no se han prejubilado siguen esperando como agua de mayo que las negociaciones que mantiene la Consejería de Empleo con un grupo inversor interesado en la adquisición de la planta algecireña (LPC) fructifiquen. Los resultados, si finalmente cuajan, serán anunciados una vez que los empleados estén desvinculados de la sociedad de Torraspapel.

El cierre afecta a 146 trabajadores. En un principio sólo alcanzaba a 130, pero se amplió a 16 más para incluir a un personal procedente de una empresa de trabajo temporal. Se les ha reconocido una antigüedad de dos años.

68 se acogerán a los planes de prejubilación y los otros 78 tienen la opción o bien de recolocarse a otros centros o de ser indemnizados con 45 días por año sin tope hasta las 42 mensualidades. Buena parte, por no decir la mayoría de los 78, optará por recibir la compensación económica por haberse extinguido su empleo. El acuerdo recoge una prejubilación hasta los 52 años con un mínimo del 80% del salario.