En directo
El minuto a minuto del Algeciras-Villarreal B

Los candados del amor, en Algeciras

El mirador del Parque del Centenario comienza a lucir los cerrojos colocados por parejas de la ciudadl 'tengo ganas de ti' El colocar candados surgió de una novela de Federico Moccia, cuyo protagonista lo puso en el puente Milvio, en Roma

Alex y Esther tienen uno de los primeros candados que han quedado cerrados en la torre del Parque del Centenario de Algeciras.
A. Muñoz / Algeciras

18 de marzo 2010 - 01:00

Las parejas empalagosas del mundo vieron en la novela Tengo ganas de ti, del escritor italiano Federico Moccia, una nueva manera romántica de sellar su amor. En el libro, un joven enamorado engatusa a una mujer con una leyenda inventada en la que los novios colocan un candado y una cadena en el tercer farol del lado norte del puente Milvio, el más antiguo de Roma, y después de cerrar el candado, tiran la llave al río Tíber.

Más de un millón de copias de las páginas edulcoradas de Moccia se vendieron desde 2006 y propagaron el simbolismo del candado de tal forma que todos los días alguna pareja pasa por el citado puente para poner su cerrojo. La tradición se ha expandido a otros puntos de Italia y, desde hace algún tiempo, otros puentes, monumentos o construcciones de España también se están llenando de candados.

"Alex y Esther", "Piérdete conmigo", "Te quiero" y otras tórridas leyendas pueden leerse desde hace algunos días en la torre del Parque del Centenario de Algeciras. Casi una decena de candados están comenzando a llenar las rejas de la plataforma que permite divisar las instalaciones portuarias, el Peñón de Gibraltar y el Estrecho. Un romántico enclave que ya está sirviendo a los enamorados de la ciudad para dejar un recuerdo de su amor. A falta de río Tíber para lanzar las llaves, en este caso, se lanzan a la Bahía.

En Algeciras aún no son un problema, pero en Italia los candados han sido objeto de trifulcas políticas por la dualidad de opiniones acerca de dejar los candados o, tenaza en mano, eliminar el símbolo de una pareja que lo dejó allí en su día con el objeto de dejar constancia de su amor eterno, sin llaves que puedan abrirlo.

Además del libro, que sirvió de artífice de esta tradición gracias a la imaginación de Moccia, la difusión masiva de los candados del amor se está dando gracias al turismo español que viaja a los idílicos paisajes italianos y vuelve con ganas de sellar a hierro sus sentimientos, y a los estudiantes Erasmus que van o vienen a España a vivir e importan sus tradiciones.

Se desconoce si el colocar un candado con una inscripción ha dado resultados positivos en la duración de las relaciones. El mayor beneficio, sin duda, es para las ferreterías.

Envía tus convocatorias a viviraqui@europasur.com

8 Comentarios

Ver los Comentarios

También te puede interesar

Lo último