Sal de mi ola, forastero
El Ayuntamiento de Algeciras instala una pasarela "provisional" sobre el río Pícaro para paliar el aislamiento de los vecinos
La estructura de 12 metros de largo, no apta para discapacitados, se encuentra en un sendero que conecta con la calle Orión
Los vecinos denuncian el "aislamiento" por el cierre del puente sobre el río Pícaro en Algeciras y exigen una solución urgente
El Ayuntamiento de Algeciras reaccionó y culminó este viernes la instalación de una pasarela peatonal “provisional” en la zona del río Pícaro para suplir parcialmente la inhabilitación del puente, precintado desde el pasado desde el pasado 20 de marzo por su precario estado de conservación e inseguridad, que se vio agravado por las lluvias torrenciales del final del invierno.
La pasarela, a la que se accede mediante escalones no aptos para personas con movilidad reducida, se sitúa en la traza de la antigua vía pecuaria Colada de la Torre, un camino de tierra. El plan municipal prevé comunicar el sendero existente con el acerado de la calle Orión mediante la instalación de una escalera de acceso.
La pasarela tiene un ancho peatonal libre de 1,6 metros y una longitud de 12 metros, contando con barandillas, quitamiedos y pasamanos, “dando así la mayor seguridad posible a los vecinos y garantizando la protección natural del parque fluvial del río Pícaro”, reza el comunicado oficial del Consistorio. Los trabajos fueron previamente comunicados al Servicio de Dominio Público Hidráulico, dependiente de la Delegación Territorial de Agua de la Junta de Andalucía.
Con el nuevo puente, añade la nota, “se solucionará el aislamiento peatonal de los residentes en la urbanización Los Camarotes, que desde marzo pueden salir de la zona en coche pero no atravesar el sendero fluvial a pie”.
El puente de hierro presenta un descalce en una de sus zapatas y el hundimiento de uno de sus pilares, lo que podría hacer inviable su reparación y obligar a su demolición.
Según los técnicos municipales, la base que sustenta la estructura se desplazó tres centímetros en apenas una semana de marzo, coincidiendo con fuertes lluvias, agravando el riesgo de colapso. “El pilotaje sobre el que se asienta la pasarela no era el adecuado”, reconocieron, aunque el Ayuntamiento defiende que el fallo estructural es consecuencia del diseño original y no de una falta de mantenimiento.
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