Los vecinos denuncian el "aislamiento" por el cierre del puente sobre el río Pícaro en Algeciras y exigen una solución urgente

El puente peatonal sobre el río Pícaro, en Algeciras, sigue acumulando grietas, desplazamientos y protestas. Su cierre, que mantiene aisladas a cerca de 200 familias desde el pasado 20 de marzo, ha desatado la indignación de los vecinos de la urbanización Los Camarotes, quienes reclaman una solución urgente al Ayuntamiento.

La situación ha llevado al Partido Socialista a solicitar una actuación inmediata por parte del equipo de gobierno, al que acusa de "dejación" y de haber ignorado durante años el deterioro de la pasarela.

La portavoz municipal del PSOE, Rocío Arrabal, junto a otros concejales socialistas, ha visitado la zona este miércoles y ha mantenido un encuentro con un centenar de vecinos afectados. "Es un problema de seguridad grave y de aislamiento para muchas familias, especialmente para las personas mayores que no pueden cruzar al otro lado para ir a la farmacia o a comprar lo básico", ha denunciado Arrabal. "Ésta era la crónica de una muerte anunciada. Se han desentendido del mantenimiento del puente durante 14 años y ahora quieren culpar a la lluvia, cuando lo único que ha hecho es acelerar un deterioro que ya existía", añadió.

El PSOE ha registrado un escrito en el Ayuntamiento exigiendo la puesta en marcha de un "procedimiento de actuación urgente y de emergencia" sobre el puente y solicitando acceso al estudio geotécnico del Proyecto de renaturalización y accesibilidad del parque fluvial del río Pícaro, adjudicado en julio de 2024. "El gobierno local ya era consciente de los daños en los cimientos, pero no ha hecho nada", subrayó Arrabal.

Un puente en peligro y soluciones demoradas

El puente de hierro presenta un descalce en una de sus zapatas y el hundimiento de uno de sus pilares, lo que podría hacer inviable su reparación y obligar a su demolición. Pese a ello, Arrabal reclama una "solución provisional" para evitar que los vecinos sigan atrapados durante meses. "Se puede habilitar una pasarela temporal o recuperar un antiguo paso, pero hace falta voluntad política", defendió la portavoz socialista, quien advirtió del riesgo de que el problema se prolongue "igual que en La Juliana, donde un boquete insalubre lleva un año sin resolverse".

El Ayuntamiento, por su parte, mantiene el cierre de la pasarela y ha advertido de que seguirá clausurada al menos hasta final de verano. Según los técnicos municipales, la base que sustenta la estructura se ha desplazado tres centímetros en la última semana, agravando el riesgo de colapso. "El pilotaje sobre el que se asienta la pasarela no era el adecuado", han reconocido, aunque defienden que el fallo estructural es consecuencia del diseño original y no de una falta de mantenimiento.

Los delegados municipales de Medio Ambiente, Participación Ciudadana y Urbanismo trasladaron este martes a los vecinos que el Ayuntamiento está evaluando las opciones disponibles, desde la reparación de la pasarela hasta su demolición para construir un nuevo puente. "Los estudios técnicos determinarán en las próximas semanas si la estructura puede salvarse o si es necesario un proyecto completamente nuevo", explicaron los responsables municipales.

Sin previsiones claras y con dudas sobre la financiación

Mientras el Ayuntamiento insiste en que los daños "no eran previsibles", el PSOE advierte que el "dinero no puede ser una excusa". Arrabal recordó que recientemente se ha renovado el convenio entre el Ministerio de Hacienda y la Mancomunidad de Municipios del Campo de Gibraltar, que destina 1,2 millones de euros a la rehabilitación del parque fluvial del río Pícaro. "Hay presupuesto, hay opciones, sólo falta voluntad", sentenció la portavoz socialista.

Por ahora, los vecinos siguen sin respuestas claras ni un calendario de soluciones. "Nos dicen que van a estudiar qué hacer, pero mientras tanto, ¿qué pasa con nosotros?", se quejaba uno de los afectados tras la reunión con los concejales socialistas. La incertidumbre sigue pesando sobre los residentes, atrapados a la espera de una decisión que defina el futuro del puente y su conexión con la playa de Getares y el resto de la ciudad.