Trece mujeres se benefician del apoyo y formación que les ofrecen Cáritas y Adoratrices

Trece mujeres se benefician de la formación y apoyo que les ofrece Cáritas Arciprestal en colaboración con las Adoratrices. Aunque este proyecto, surgió hace años con el objetivo de ayudar a mujeres que ejercían la prostitución, ahora a este colectivo se unen personas procedentes de familias desestructuradas e incluso objeto de violencia machista.

Lorena Barroso Notario es trabajadora social de Cáritas y tiene su puesto de trabajo en el comedor del Padre Cruceyra. También se ocupa del centro de atención social Mujer A-Hadra, ubicado en la calle Cayetano del Toro, con tareas de coordinación de programas. Reconoce que el que el local sea muy pequeño, impide poder acoger a más mujeres: "los recursos son los que hay y no podemos aspirar a encontrar un local más grande. No lo podríamos pagar", dijo la trabajadora social.

Las mujeres conocen el centro por otras mujeres, pero en el caso de las prostitutas en algunos casos "vamos a los lugares donde ejercen la prostitución y les invitamos a que vengan". Otras conocen el centro a través del comedor.

Aquí, se les ofrece una merienda, un rato de charla, y son recibidas por los voluntarios que, en número de diez, colaboran con la hermana Adoración, que es la que se encarga de esa sede. Lorena Barroso evalúa la situación de cada persona. A pesar de los escasos medios económicos de que se dispone, se les ofrece una gratificación de setenta euros. Lo que está claro es que dada la escasez de espacio hay que analizar cada caso y es que "tenemos que ceñirnos al fin con el que se abrió el centro Al- Hadra".

De lunes a jueves, durante una hora y media, pueden asistir a los diversos cursos y talleres: "Son variados y son una excusa para poder trabajar con ellas. Se trabaja subliminalmente muchas actitudes y habilidades", apuntó Barroso. Uno de los más importantes es el de alfabetización, sin olvidar el que les permite estudiar el pregraduado.

Los cursos se desarrollan de lunes a miércoles y los ofrecen los voluntarios. Las actividades van dirigidas al aprendizaje de corte y confección; manualidades, realización de abalorios, flores de lana; cestería etc. A veces se realiza alguna venta de los trabajos, que sirve para invertir en material.

Todos los jueves, uno diferente cada día, se desarrollan talleres específicos destinados a su formación personal. La salud tiene una especial relevancia y a través del taller de Educación y Salud reciben información sobre educación sexual y enfermedades, gracias a la colaboración del Centro de Enfermedades de Transmisión Sexual. Un especialista del SAS ofrece también charlas sobre Salud y hábitos saludables.

Otro de los jueves de cada mes, la asociación Márgenes y Vínculos anima a las mujeres a mejorar en habilidades sociales y relaciones paternofiliales. Las hermanas Adoratrices son las encargadas de ofrecerles alternativas mediante la educación en valores. A partir del mes de marzo se incorporará, todos los viernes, un taller de informática que se realizará en la sede de Guadalinfo gracias a una colaboración con esta entidad.

Lo importante es que, en muchos casos, la comunicación con estas mujeres, una vez que dejan el centro, no se pierden.