Narcotráfico
Los narcotraficantes recuperan por piezas las lanchas incautadas por la Guardia Civil

Casino La sociedad más antigua agoniza

Arrastra deudas y pérdida de socios, lo que deriva en un ERTE Los nuevos ingresos previstos por el alquiler del salón noble pueden quedar bloqueados si el contrato firmado acaba en los juzgados

Imagen de la fachada principal del Casino de Algeciras desde la Plaza Alta.
R. Montes Algeciras

17 de marzo 2013 - 01:00

El Casino de Algeciras agoniza. La entidad más antigua de la ciudad, fundada en 1869, arrastra deudas y un descenso paulatino de socios. La sociedad se ha visto obligada a aprobar un Expediente de Regulación Temporal de Empleo (ERTE) para sus seis trabajadores debido a la delicada situación económica. Los socios reconocen que la permanencia de la entidad pasa por alquilar parte de la zona baja del edificio para obtener ingresos. El anterior presidente del Casino, antes de dejar el cargo, firmó un contrato con una empresa para tal fin, tras autorizar el Ayuntamiento el cambio de uso. Sin embargo, un grupo de socios no está de acuerdo con algunos de los puntos del mismo y el caso podría acabar en los juzgados, lo que bloquearía cualquier operación similar hasta que se dicte sentencia. Un conflicto que podría complicar más si cabe la subsistencia de la entidad.

El actual presidente del Casino, Antonio Roballo, reconoce que el futuro de la sociedad es complicado. Recientemente se aprobaron en asamblea las cuentas del ejercicio 2013, con un presupuesto de unos 190.000 euros. Sin embargo, la entidad acumula una deuda que ronda los 33.000 euros -incluidas cinco nóminas de los trabajadores-, lo que ha propiciado que se haya aprobado un ERTE para la plantilla -formada por tres camareros, dos conserjes y una secretaria-, dando de baja a dos de los trabajadores cada tres meses de forma rotativa. "Lo hemos hecho así para evitar despidos", indica el presidente. La sociedad tiene actualmente unos 300 socios. La cuota normal es de 44 euros mensuales, mientras que las viudas de los socios pagan la mitad y las nuevas asociadas, 30. "No nos da para cubrir gastos", subraya Roballo.

Uno de los grandes problemas del Casino es el mantenimiento del edificio, que envejece al igual que sus socios, la mayoría de ellos jubilados o en edad cercana. El inmueble tiene cuatro plantas -baja más tres- pero no es objeto de una reforma integral desde hace ya unos 30 años. Subsanar las deficiencias inmediatas se lleva buena parte del dinero disponible cada año. Asimismo, el actual estado de las cuentas hace impensable en estos momentos acometer obras de envergadura vistas a renovar la sociedad y a atraer a socios más jóvenes que garanticen la continuidad.

"En la ciudad se han abierto otros clubes sociales con piscina o pistas deportivas, que atraen a personas más jóvenes. El Casino es una sociedad más cultural, pero para mantenernos necesitamos otros ingresos ya que con las cuotas de los socios actuales no llegamos", indica Roballo, que confirma que por segundo año consecutivo la entidad ha decidido no montar caseta en la Feria Real. "La última vez fue en 2011 y tuvimos que pedir un crédito. Hemos vuelto a solicitar al Ayuntamiento que nos respete el sitio e instale allí la Caseta Municipal por si el año que viene podemos", explica.

Roballo tiene claro que para sostener el Casino hay que alquilar los bajos de la entidad y solicitar un crédito para sanear las cuentas, ya que de lo contrario "hay poco futuro". El anterior presidente, Adolfo Ramírez, firmó antes de marcharse un contrato de alquiler con una empresa para instalar una óptica en el actual salón noble, que hace esquina entre la Plaza Alta y la calle Alfonso XI. Sin embargo, el acuerdo ha vuelto a generar polémica entre los socios, reclamando un grupo de ellos que se anule. Ante esto, en la última asamblea se aprobó crear una comisión de investigación, junto a un asesor jurídico, para analizar el contrato. La comisión empezó a trabajar el pasado lunes y sus conclusiones serán expuestas en asamblea. No obstante, puede que la comisión no evite que el caso llegue a los juzgados ya que los socios que se oponen ya trabajan con un abogado y la empresa arrendataria defiende que el contrato es totalmente legal.

El presidente del Casino es consciente de que la vía judicial podría paralizar durante años el alquiler del salón noble, lo que dejaría sin esos ingresos a la entidad. Por ello, es partidario de llegar a una solución interna. "Mi opinión es que el contrato es legal y por ello no puedo anularlo. Lo que establezca la comisión se llevará a la asamblea", afirma. Roballo argumenta que el artículo 39 de los estatutos de la sociedad establece que el presidente tiene potestad "para firmar escrituras públicas y todo tipo de contratos en nombre del Casino", por lo que entiende que el documento tiene sustento legal.

El contrato firmado por el anterior presidente y Óptica Víctor Visión establece un alquiler mensual de 3.600 euros más IVA por el salón noble. "En estos tiempos que corren no lo veo una mala oferta económica", señala Roballo, que recuerda que actualmente con la crisis hay locales vacíos en la Plaza Alta o en la calle Ancha. El presidente, asimismo, subraya que el local ha estado tiempo en busca de arrendatario y que sólo se recibió otra oferta, inferior, también para una óptica.

El Casino tiene otros locales en concesión como la cafetería interior en la planta baja, y una oficina y una peluquería en las superiores. En los últimos años se ha rebajado la cuota al primero. Estas concesiones dejan unos 1.100 euros mesuales para sufragar los gastos que generan.

"El salón noble se ha intentado alquilar ya cuatro veces y nunca se ha podido. Algunos proponen vender las plantas de arriba pero no hay ningún comprador que ponga una oferta en la mesa. Muchas de las tuberías del Casino todavía son de plomo. Hay que alquilar o alquilar, de lo contrario la sociedad tiene poco futuro", resume Roballo.

Cuando la crisis económica todavía no golpeaba, los socios de la entidad tuvieron sobre la mesa un ambicioso proyecto para rehabilitar de forma integral el edificio. La iniciativa partió de la directiva del entonces presidente del Casino, Francisco Moya, que planteó costear la reforma con el alquiler de 280 metros cuadrados de la planta baja, donde se instalarían una entidad bancaria y la Cafetería de Indias. Con el arrendamiento se financiaría toda la obra, presupuestada en unos 2 millones, sin coste para los socios. El proyecto contemplaba un restaurante en el interior de la parte baja, así como dejar la primera planta diáfana para celebraciones -que serían gratis para los socios- y actos culturales. También se contemplaba un gimnasio, una zona infantil y una sala de internet donde se harían cursos de informática. La idea fue rechazada por un sector de los socios que tachó el proyecto de operación inmobiliaria. No eran partidarios de que el Casino se cerrara para acometer los trabajos y tener que trasladarse a otro local del centro. Las dos visiones para la entidad se enfrentaron en las elecciones de 2007 y los contrarios llevaron como candidato a Emilio Herrera, que venció a Moya por estrecho margen. Entonces el Casino contaba con unos 800 socios. Con el cambio de presidente se enterró el proyecto. Ahora, en plena crisis, ya nadie discute que hay que alquilar parte del Casino, no ya para relanzar la sociedad sino al menos para mantenerla.

Herrera pertenece al grupo de socios que pide que se anule el contrato con la óptica. Dice que no están en contra del alquiler sino de cómo se ha redactado el acuerdo. Critican que el alquiler sea por 20 años, que la empresa lo pueda cancelar avisando con dos meses de antelación o que se reserve el derecho a subarrendarlo o traspasarlo. Este grupo considera que el contrato no es válido porque, según el artículo 34 de los estatutos, el entonces presidente lo firmó sin la preceptiva autorización de la junta directiva. Herrera afirma que hay otra oferta para instalar una cafetería y que con ella no se perdería el espacio ni la terraza exterior donde se colocan mesas y sillas junto a la fachada. "No nos oponemos a la óptica, pero con otras condiciones. Deberían presentarse ambas ofertas y que la asamblea decida", defiende.

Sobre la nueva propuesta, presentada después de que se firmara el contrato con la óptica, Roballo explica que también se haría cargo de la cafetería ya existente y que ambos espacios quedarían conectados. La oferta es de 800 euros al mes y asumir las nóminas de los tres camareros del Casino.

Los responsables de Óptica Víctor Visión, por su parte, defienden que el contrato firmado con la entidad es totalmente legal y que el local ha estado en alquiler bastante tiempo sin que haya habido ofertas, por lo que lamentan que ahora surjan problemas. La firma ya ha realizado un depósito de 7.200 euros al Casino y subraya que asume un riesgo inversor en plena crisis y en una zona, junto a la Plaza Alta, con una fuerte competencia de grandes cadenas. "Cuando muchos cierran, nosotros apostamos por Algeciras en un momento muy difícil porque somos una empresa local. Nadie realiza una inversión de estas características para 5 años, ya que además hay gastos de personal, maquinaria y material", afirma Víctor Visión, que detalla que la reforma la sufragan ellos y quedará a beneficio de la entidad. Además, añaden que en caso de subarrendarse o traspasarse el Casino ganará el 15% preceptivo por ley. La empresa considera que ha firmado un contrato con una entidad seria y que si alguien duda de la legalidad, que acuda al juzgado.

4 Comentarios

Ver los Comentarios

También te puede interesar

Lo último