Dentro de las finanzas personales e incluso empresariales, la figura de los préstamos y de la financiación en general es una que demanda mucha atención. No en vano, muchas personas, en cualquier momento y bajo cualquier necesidad, pueden verse interesadas en su contratación. Los préstamos sin aval posiblemente sean una de las opciones más importantes.

De antemano, es conveniente decir que siempre los préstamos y cualquiera de las alternativas de financiación existentes en la actualidad pueden ser gratificantes si se utilizan debidamente. Por tanto, cuando se abusa de sus usos prácticos, los problemas llegan invariablemente, y ahí la responsabilidad no tiene nada que ver con el mecanismo -que como se ha dicho, casi siempre será positivo con su utilidad práctica-.

Sabido esto, es conveniente analizar los prestamos sin aval, que no son más que una figura de financiación donde las personas solicitantes no deben dejar bienes en garantía, ni mucho menos hacerse cargo de cumplir muchos requisitos, uno de los problemas seguramente existentes al buscar financiación en una entidad bancaria convencional.

Principales características

• Garantías: desde luego, la principal característica, y a su vez diferencia con cualquier otro tipo de préstamo, es no necesitar garantías para su aprobación. Es importante reconocer esta valiosa característica, puesto que las garantías pueden ser desde bienes útiles, hasta que otra persona o empresa se erija como aval para dicho contrato.
• Aprobación: muchas empresas de préstamos sin aval se han especializado en aprobaciones rápidas, a menudo a través de sus páginas oficiales de internet, por lo que las personas ni siquiera tienen que visitar alguna oficina para lograr obtener su financiación.
• Flexibilidad: los préstamos sin aval, por lo general, no penalizan la amortización anticipada, sea total o parcial. De la misma manera, su oferta puede ser flexible en plazos e importes, lo que también permite ‘jugar’ con las tasas de interés que se deben pagar.

¿Cuáles son las ventajas de los préstamos sin aval?

Como ya se decía al principio, las ventajas de una herramienta de financiación están siempre directamente ligadas con su buen uso. Por eso, es recomendable siempre agotar todas las alternativas de menor riesgo para solventar cualquier situación financiera, y solo después de analizar las situaciones, plantearse si el préstamo sin aval es la solución.

Una vez reconocido eso, es crucial hablar sobre las ventajas que este tipo de préstamos tienen:

• Aprobación rápida: se debe hablar de la aprobación, tanto como característica, como también en relación con sus ventajas. Y es que para nadie resulta extraño saber que las entidades bancarias casi siempre resultan la opción menos recomendable para solicitar dinero, puesto que sus aprobaciones -si es que llegan- pueden ser muy lentas. Las plataformas de préstamos sin aval pueden aprobar en menos de 24 horas, en los casos excepcionales.
• Avales: no todas las personas tienen grandes sumas ahorradas en sus cuentas de ahorro para que las entidades bancarias puedan verificar su solvencia en el peor de los casos. No todas cuentan con propiedades, bienes inmuebles, coches para dejar en garantía, ni mucho menos con personas que puedan hacer como fiadores o avaladores de la deuda. Y en muchas situaciones, cabe decirlo, los importes que se necesitan solicitar son mucho más bajos de lo que cualquier garantía supondría, por lo que las alternativas, como los préstamos sin aval, pueden resultar ideales.
• Competitivos: los préstamos sin aval, por su naturaleza, suelen tener importes de aprobación más bajos, periodos de devolución más cortos y tasas de interés más altas. Pero la competitividad en esta clase de servicios ha aumentado con el tiempo, por lo que hoy tranquilamente cualquier persona puede solicitar una financiación de este tipo y siempre será una de las mejores opciones, no tanto por el simple hecho de su aprobación -que ya es algo destacable-, sino porque las diferencias de costes reales con respecto a cualquier herramienta promovida por los bancos, cada vez son menores. Así, la decisión de un préstamo con aval siempre estará determinada por la necesidad de solicitarlo y nada más.