Un pinar como el hogar de las aves
LA ALGAIDA
La Algaida es una pedanía perteneciente a Sanlúcar de Barrameda.
A pesar de toda su riqueza arqueológica y natural, está completamente olvidada y abandonada. De este paraje caben destacar dos rincones, su pinar y el yacimiento de El Tesorillo de la Algaida.
Prácticamente, la Algaida está poblada por un pinar creado por el hombre, construido para recolectar leña y los frutos del pino piñonero. Este pinar tiene una extensión de 691 hectáreas y, junto a las marismas y salinas de Bonanza, conforma el sector sur del Parque Natural de Doñana. El pinar es también un coto privado de caza, cuyo titular es el propio Ayuntamiento de Sanlúcar.
El Pinar de la Algaida se encuentra ubicado sobre un primitivo sistema dunar, el cual está sobre una antigua islabarrera. De toda su flora, sobresale el eucalipto Eucalyptus camaldulensis. Este árbol es el único catalogado en el Catálogo de Árboles y Arboledas Singulares de Andalucía, realizado por la Consejería de Medio Ambiente de la Junta de Andalucía. El ejemplar alcanza los 41 metros de altura, sirviendo durante varios años de observatorio para la vigilancia de incendios forestales en época estival. En cuanto a su fauna, hay toda una lista de aves, tanto nidificantes como invernantes y en paso.
Además de las especies más comunes de los pinares , existen otras como la totovía, la abubilla y el abejaruco.
Por si esta fauna tan diversa fuera poco, el pinar es conocido también por ser el hábitat del camaleón Chamaleo chamaleon, una especie totalmente castigada debido a su lenta regresión de sus habituales lugares para vivir, los matorrales de retama, de sabina y enebro marítimo y las dunas costeras.
El Tesorillo de la Algaida es un yacimiento arqueológico que cuenta con excavaciones realizadas en los años 80, momento en el que se dieron a conocer las ruinas de un antiguo santuario dedicado a la diosa Astarté o Venus. Durante todo el periodo de las excavaciones, los materiales que se hallaron se han depositado en el Museo de Cádiz.
Desde entonces, poco más se ha hecho en el yacimiento, presentando en la actualidad un estado total de abandono, cubierto de arena (para evitar el pillaje) y con materiales metálicos (para despistar a todos los detectores de los expoliadores, muy abundantes por esa zona). No obstante, es una pena que se encuentre así.
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