Helados tan ricos que te comerás hasta la cuchara: las suculentas creaciones que podrás encontrar en la Casa del Gelato de Tarifa
Gastronomía
Carolina, maestra heladera con años de experiencia, abrió este negocio hace ahora seis años
La milhoja tradicional de Los Barrios elaborada en 'La Plata' se convierte en un refrescante y rico helado gracias a 'El Gulus'

Hay una calle del centro de Tarifa que, debido a ser uno de las más estrechas del municipio, guarda un frescor especial durante el verano. Se trata de la calle Pedro Cortés, una vía que hasta hace unos años era muy poco transitada, pero que a día de hoy es también uno de los mejores lugares para refrescarse, y no solo porque siempre dé la sombra, sino porque alberga un lugar que se convierte en paraíso durante la temporada más calurosa: la Casa del Gelato, una heladería 100% artesanal que abre con la llegada de la primavera.
Carolina Ferreira es la anfitriona de esta casa en la que probar algunos de los mejores helados de la comarca del Campo de Gibraltar, ya que sus creaciones han sido reconocidas con el Premio del Helado en dos ocasiones, una en 2022 por su helado de chocolate y en 2023 por el de mango, además de haber sido una de las seleccionadas en el primer Gelato Festival WorldMasters en 2022. La experta heladera es natural de Brasil, aunque lleva más de dos décadas viviendo en Andalucía. Su camino hacia el mundo del helado no fue lineal ni previsible. Publicitaria de profesión, se trasladó a España hace años por amor, y se dedicó a trabajar en una heladería con quien fuera su pareja. Aunque entonces ella no elaboraba el helado, se convirtió en el alma de la heladería: la responsable de que todo el mundo saliera con una sonrisa además de un cucurucho.
Esta experiencia la motivó a emprender la búsqueda de un lugar donde montar su propio negocio y desarrollarse haciendo lo que más le gusta: creando. Y ese lugar fue Tarifa, ya que la primera vez que lo visitó, encontró algo en sus calles y su ambiente que la enamoró. En 2019, y tras varios meses de investigación de mercado, abrió por primera vez las puertas de su propia heladería. En aquel momento nadie la conocía, y fue haciéndose un hueco gracias a la pasión que demuestra por su labor, convencida de que el amor se nota hasta en el helado más sencillo.
Durante la primera etapa lo hizo todo sola: "desde elaborar los helados hasta atender al público, limpiar el local... Doce horas al día, todos los días, sin vacaciones, sin relevo", hasta que decidió ampliar el equipo y contratar a otras personas que sintieran la misma pasión por el helado que ella. Además de crear su propia marca, tras mucho ensayo y formación, hace tres años decidió dar un paso más: presentarse a concursos. En 2022, su helado de menta espigata (una creación original basada en el rebujito, el popular combinado que no falta en ninguna feria de Andalucía), que Carolina prepara con base blanca, hierbabuena, chocolate y fino de Jerez, se llevó el primer premio en el prestigioso campeonato internacional Gelato Festival WorldMasters, celebrado en la capital española. Desde entonces, su nombre comenzó a sonar más allá de Tarifa: medios de comunicación, redes sociales, apoyo institucional, incluso turistas que ahora llegan desde Gibraltar y Marbella para probar sus sabores.
Este mismo concurso continúa el mes de octubre en la ciudad italiana de Bolonia, conde competirá con otros ocho heladeros en una final europea. Si logra quedar entre los tres primeros, pasará al campeonato mundial del año siguiente. Y aunque el objetivo impresiona, su enfoque no cambia: hacerlo con autenticidad, desde el corazón, como ha hecho desde el primer día.
Aunque nunca se imaginó a sí misma como heladera, “ni siquiera soy muy de dulce”, admite entre risas, descubrió una pasión que combina lo mejor de su pasado profesional con la creatividad del presente. La heladería no es solo un negocio, es un lienzo donde puede crear sabores nuevos cada semana, experimentar, sorprender. Por eso su clientela ya no pregunta si hay chocolate o vainilla, sino qué novedad se esconde hoy tras la vitrina.

Pero más allá de los galardones, ella insiste en que lo esencial sigue siendo "la constancia y el compromiso con el producto". En su obrador se trabaja con fruta, leche fresca y materia prima de la mejor calidad. “A veces me da igual que el mango cueste más, yo voy a lo mejor”, afirma con rotundidad, ya que para ella la calidad es lo más importante. Y no se trata solo de ingredientes, sino también de actitud: el equipo que ha formado con Ángela, Silvania y Verónica trabaja con la misma pasión que ella inculca cada día.
Esa filosofía ha dado sus frutos. El número de clientes ha crecido y, aunque mantiene la temporada activa desde marzo hasta octubre, se ha convertido en una referencia local e internacional. El verano es la época fuerte y cuenta con un público fiel que espera ansioso cada reapertura de temporada. Cada día abre 12 horas ininterrumpidas, de 13:00 a 01:00 de martes a domingo, para que a quien le apetezca un helado, siempre pueda acudir a esta casa. A partir de junio, abre todos los días de la semana.
El que más gusta, según nos cuenta, es el pistacho, y para que todo el mundo pueda tomarlo, lo elabora sin leche y sin azúcar. Para ella, según nos confiesa, su favorito será siempre el chocolate. Cada mañana Carolina llega a las 8:00 a su laboratorio, pasteuriza la leche, elabora su creación y le da el último golpe de frío antes de colocar las tarrinas en la vitrina, en la que se puede elegir entre más de 10 sabores.
Helados para todo el mundo
El lema de Carolina es que en la Casa del Giolato "hay helados para todo el mundo". También elabora batidos y cuenta con otras variedades en forma de polo. Además, sus cucharas se pueden comer: están hechas de ingredientes naturales y cuenta con dos versiones: con y sin gluten, para que nadie se quede sin probar. Las pajitas de los batidos son también comestibles, lo que muestra el compromiso medioambiental de la empresaria.
Cuando Carolina está fuera de su heladería y ve a personas tomando uno de sus helados, no puede evitar emocionarse como el primer día. Lo que más le gusta es experimentar cosas nuevas, y muchas de las mañanas que llega a su obrador, ubicado en el mismo local de la heladería y con un gran ventanal, va elaborando los helados de siempre pero también prueba con diferentes ingredientes, flores, infusiones, etc. "El mundo del helado es muy creativo", nos dice, y ella ha encontrado una manera de expresarse a través de sus creaciones diarias, que elabora con cariño y profesionalidad. Quien ha probado sus helados siempre confía en sus nuevas creaciones. Además, Carolina tiene en cuenta sugerencias y peticiones, por lo que si alguien le comenta cuál es su helado favorito, es muy probable que pasados unos días, aparezca en la vitrina.
Colaboración con Disney
Una de la experiencias más importantes para Carolina ha sido colaborar con Disney en el Festival Starlite de Marbella. Ferreira recibió el encargo de crear helados temáticos para promocionar cinco películas de la gran industria cinemátografía, una campaña promocional diseñada por Disney donde el helado sería el protagonista de la experiencia previa al espectáculo. Organizó todo en apenas diez días: desde la producción de los helados hasta el diseño personalizado de conos, tarrinas, cucharas comestibles y papelería específica para cada película. Para el concierto de Aitana, quien daba voz a uno de los personajes principales en una de las películas, diseñó un helado en forma de micrófono, con sorbete de naranja, chocolate y decoraciones de azúcar simulando fuego.
Este año, su heladería se ha sumado a una nueva misión: hacer helado para personas con diabetes, como parte de un evento culinario impulsado por una fundación junto a 60 chefs con estrella Michelin. Ha desarrollado sabores con stevia, sin leche ni azúcar, usando leche de almendra (la única que, según sus pruebas, no dispara el índice glucémico), creando opciones reales y deliciosas para quienes normalmente no pueden permitirse un capricho dulce.
En su vitrina no hay solo helados, hay innovación: hay pistacho sin azúcar, mango con hierbabuena, bergamota, sorbetes de frutas frescas, chocolates veganos, cremino, “baccio” y muchas más invenciones que cambian según la temporada y la inspiración del momento. En Semana Santa, por ejemplo, el helado de torrijas fue el protagonista. Si quieres probar helados que son verdaderas obras de arte, la Casa del Gelato es tu sitio.
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