La Virgen de la Luz regresa a su santuario en Los Alcornocales sobre ruedas, entre chubasqueros y aplausos
Patrona de Tarifa
Tras tres semanas en San Mateo por las fiestas patronales, la patrona de Tarifa volvió este domingo a su templo, trasladada en camión por la lluvia del huracán Gabrielle
Nuestra Señora de la Luz vuelve a Caheruelas tras las fiestas patronales de Tarifa 2025, en imágenes
La patrona de Tarifa ya está de vuelta en casa. En la mañana de este domingo, 28 de septiembre, Nuestra Señora de la Luz regresó a su santuario de Caheruelas, situado a unos ocho kilómetros de la ciudad, después de permanecer tres semanas en la iglesia de San Mateo con motivo de las fiestas patronales.
El traslado, que tradicionalmente se realiza a pie, se vio alterado por la meteorología. Los chaparrones dejados por los coletazos del huracán Gabrielle obligaron a que la talla fuera transportada en camión, aunque ni la lluvia ni los paraguas restaron fervor a la cita.
La jornada comenzó al amanecer, con la misa de aurora y la plática de despedida en San Mateo, templo que se llenó casi por completo. En su homilía, el párroco pidió que la alcaldesa perpetua de Tarifa prolongue su protección sobre los vecinos hasta su próxima estancia en la localidad. Afuera, una multitud de fieles esperaba para ver la salida de la imagen, recibida entre aplausos, música y vítores.
El santuario de la Luz, corazón espiritual de los tarifeños, fue mandado construir por el rey Alfonso XI para conmemorar la victoria en la batalla del Salado en 1340, gesta en la que, según la leyenda, la Virgen intervino prolongando el día para facilitar el triunfo cristiano.
Aunque su construcción data al menos del siglo XVI, el templo fue arrasado por las tropas napoleónicas y reconstruido en el XIX. Hoy se alza en pleno Parque Natural de Los Alcornocales, con una estructura de planta de cruz latina de tres naves y capilla mayor, además de dependencias para la Hermandad y los caseros. La talla de la Virgen, que se conserva en su interior, data de finales del siglo XVI o principios del XVII.
Cada septiembre, la ciudad se vuelca con su patrona en una romería, procesión y cabalgata agrícola declarada de Interés Turístico de Andalucía en 2010. Durante esos días, la Virgen es trasladada desde el santuario hasta el centro urbano, acompañada por cientos de feligreses a pie y a caballo.
El último sábado de septiembre, los fieles cumplen con la tradición de pasar bajo su manto en la iglesia de San Mateo, un gesto de devoción que marca el final de su estancia en el pueblo. Al amanecer del cuarto domingo, como ha sucedido hoy, la imagen regresa entre rezos y emociones a su casa en Caheruelas.