Dani García | Chef y empresario de BiBo Tarifa

“Tarifa tiene un toque mágico como entorno, ecléctico y cosmopolita”

  • El restaurador galardonado con tres estrellas Michelin desembarca con su marca BiBo en la playa de Valdevaqueros de Tarifa

  • “Entré y sigo en la cocina para hacer feliz a la gente”, asegura

Dani García en una de las salas de BiBo Tarifa, presidida por una lámpara con forma de atún.

Dani García en una de las salas de BiBo Tarifa, presidida por una lámpara con forma de atún. / Erasmo Fenoy

Dani García (Marbella, 1975) llega a BiBo Tarifa en pantalón corto y camiseta. Un estilo desenfadado y cercano, acorde con el ambiente distendido que se respira en la nueva apuesta del chef por abarcar a todo tipo de público a los pies del Atlántico, en la playa de Valdevaqueros. Tras meses de preparativos, el negocio comienza oficialmente su andadura en la jornada de hoy, como anunció en las redes sociales.

–¿Qué sensaciones tuvo cuando vio Valdevaqueros y pensó que aquí iban a abrir un BiBo?

–Tarifa tiene un deje, una chispa y una magia totalmente diferente a la de Marbella, donde he vivido toda mi vida junto a la playa. Recibimos ofertas y la posibilidad de abrir locales por todo el mundo, desde Doha (Catar) donde vamos a abrir un restaurante, a Miami, Bahamas o Londres. Tarifa entraña una magia que atrapa. Es muy Andalucía, con un cielo y mar azul típicamente Atlántico. Para nosotros, Tarifa tiene un punto que la pone en el mundo y la tratamos como si estuviéramos en Londres, Catar o en Miami.

–Ahora que ha visto el restaurante terminado, ¿qué sensaciones tiene?

–Estoy feliz. El restaurante también tiene ese toque mágico de Tarifa como marca y como entorno. Venía por la carretera y estaba deseando llegar, con nervios e inquietud. Lo había visto por vídeos. Pero como una primera vez, al natural, no hay nada.

–Coincide en un momento en el que usted se ha replanteado muchas cosas en lo profesional.

–Han sido muchos procesos a la vez. En noviembre decidí darle al botón del “vamos a crecer” y dejar la alta cocina de las tres estrellas Michelin. Algo que mucha gente no comprende. Quiero hacer cosas y ser feliz. Tener un BiBo en Doha, otro en Bahamas, en Madrid, Barcelona, Londres... Es lo que me apetece. También estoy con el programa de Televisión Española.

–¿Cómo ha sido el proceso creativo y de diseño de BiBo Tarifa?

–Lo vives como si fuera un hijo tuyo. Es un proceso muy bonito. Cuando nace la idea tienes el nivel de excitación muy alto. Luego bajas un poco a la realidad, te centras e intentas hacer una carta que tenga que ver con la identidad de la zona y el tipo de público. Pero a veces nos confundimos al pensar en el tipo de público de Tarifa. Tarifa es un sitio sumamente cosmopolita. Y luego tenemos mucha gente del Campo de Gibraltar que va a Marbella y viceversa. Me dicen de montar en Sotogrande y no lo haría. En Tarifa lo hago encantado.

–¿Qué aporta Tarifa a BiBo?

–La marca Tarifa es muy BiBo. Tiene un punto bohemio. Ese punto de “hacemos de comer lo que nos gusta y porque nos gusta”.

–¿Qué va a encontrar un cliente que venga a BiBo Tarifa?

–La esencia BiBo enclavada en Tarifa. BiBo Tarifa es cosmopolita, abierto, un poco ecléctico. Puedes elegir la forma de comer como puedes elegir la forma de vivir en Tarifa. Por eso estamos aquí.

"Tenemos productos de la zona como el atún de Gadira y la carne de retinto para las hamburguesas"

–¿Qué productos de la zona hay en la carta?

–Tenemos productos de la zona. Pescados de aquí, como el atún de Gadira, de la almadraba de Tarifa. Y la carne de las hamburguesas es de retinto. Somos una empresa mediana, con la capacidad de dar a un botón y recibir productos desde Madrid. Pero también somos conscientes de que nos gusta trabajar con el producto del entorno.

–¿Es más satisfactorio trabajar con productos de proximidad?

–Sí. Y es más cómodo. Si hubiera una hamburguesa en otro sitio que estuviera millones de veces mejor, la traeríamos. Potenciamos los productos de la zona e intentamos que haya proveedores de la zona que estén aquí porque se lo merecen.

–¿Y los vinos?

–No lo sé. No bebo alcohol y no hago la carta de vinos. Soy un cocinero un poco extraño.

–Pero sí cocina con vino.

–Me encanta cocinar con vino. Es curioso. No me gusta beberme un jerez, un oloroso o un palo cortado, pero sí introducirlo en la comida. Un poco de oloroso con unas simples almejas es bestial. La función del vino es perfumar mientras que en una mesa acompaña.

–¿A qué perfil de cliente se dirige con este restaurante?

–La carta es ecléctica. Al igual que en BiBo Marbella, que está en plena milla de oro, se puede comer por 20 o por 50 euros. Siempre ha sido nuestra filosofía. No coartar al cliente y que pueda venir a disfrutar por 25 euros. Y también quien se gaste más.

Un integrante de la plantilla de BiBo Tarifa, en la cocina. Un integrante de la plantilla de BiBo Tarifa, en la cocina.

Un integrante de la plantilla de BiBo Tarifa, en la cocina. / Erasmo Fenoy

–¿Cuánto empleo ha generado BiBo Tarifa?

–Medio centenar. Ahora tenemos a gente de BiBo Marbella y directores de operaciones para la puesta en marcha.

–¿Comer bien es sinónimo de comer caro? ¿Y comer caro, sinónimo de comer bien?

–No. La vida es una cuestión de relación calidad-precio, lo mejor que te puedan ofrecer. El techo lo pone el cliente. Cocino para todos los públicos, para quien se gasta 300 euros por persona a quien tiene seis para una hamburguesa de McDonalds.

–Tras un día de trabajo, llega a casa y ¿qué se hace de comer?

–Al final, estás todo el día rodeado de comida. De platos sofisticados. En casa soy el tío más normal del mundo. De una pasta para mi hija a un filete empanado. Soy una persona normal que se levanta cada mañana para trabajar.

–Comer es felicidad.

–Algo que siempre me llamó la atención del mundo de la cocina era poder hacer feliz a la gente. Es la razón por la que entré en el mundo de la cocina. Y es también la razón por la que hago de todo en la cocina. Podría estar en mi mundo, en mi burbuja de las tres estrellas Michelin y estar entre los 130 cocineros con tres estrellas que dan de comer a 30 personas al día. Pero, como cocinero, tengo otras necesidades como estar en televisión y hacer de comer para amas de casa, diseñar una hamburguesa y cocinar en diferentes conceptos.

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