Enfermedad renal

Liderazgo en Europa del sistema español de trasplantes de riñón

  • Una comparativa entre 12 países señala que España es, junto a Holanda, el país donde este tipo de intervenciones logra realizarse a pacientes de más edad y con mayor esperanza de vida

Un equipo quirúrgico durante la realización de un trasplante en un centro hospitalario.

Un equipo quirúrgico durante la realización de un trasplante en un centro hospitalario. / Archivo

El trasplante renal constituye el mejor tratamiento de la insuficiencia renal crónica en cuanto a supervivencia, calidad de vida, complicaciones y relación coste-efectividad frente a la diálisis. Pese al incremento progresivo de trasplante renal en los últimos 30 años, sigue existiendo un desequilibrio entre el número de pacientes en lista de espera y la oferta de órganos para trasplante. Esta situación no es baladí, ya que la mortalidad global anual de los pacientes en lista de espera oscila entre el 5 y el 10% y se dispara sustancialmente en los pacientes más longevos. Con todo, España presenta muy buenos datos en una comparativa europea publicada hace escasos días que analiza las tendencias europeas en aquellos pacientes que reciben un primer trasplante renal a partir del registro de la European Renal Association. Los datos los publica Nephrology Dialysis Transplantation, de la Universidad de Oxford.

En total, 99.543 pacientes recibieron un primer trasplante de riñón en los 12 países europeos participantes entre 2010 y 2019. Los registros renales de todo el mundo han mostrado grandes diferencias internacionales en cuanto a edad, sexo y enfermedad renal primaria (ERP) de los pacientes que reciben un trasplante de riñón. Estas diferencias en los receptores de trasplantes pueden afectar a las diferencias internacionales en la supervivencia de los pacientes tras un trasplante renal. Sólo unos pocos estudios han investigado los cambios a lo largo del tiempo en las características de los receptores en distintos países. Se carece de una visión general internacional de las tendencias temporales de las ERP en receptores de trasplante renal.

El estudio describe grandes diferencias internacionales, con Bosnia y Herzegovina y Grecia con el porcentaje más bajo de perceptores de 65 años o más (1% y 8%, respectivamente) y los Países Bajos, España y Noruega con los porcentajes más altos.

Respecto al origen de los órganos, en el caso de los trasplantes de donante fallecido el porcentaje de receptores de más edad aumentó con el tiempo, siendo los Países Bajos los que registraron el mayor aumento (del 31 % en 2010-2014 al 39 % en 2015-2019, seguidos de España (del 26% al 34%).

Varios factores pueden influir en la explicación de las diferencias en las características de los receptores del primer trasplante renal entre países y a lo largo del tiempo. En primer lugar, en los países con un bajo número de trasplantes disponibles, los nefrólogos tienden a seleccionar a los pacientes más jóvenes y sanos para el trasplante renal, ya que se espera que sean los que más se beneficien en términos de esperanza de vida. En este sentido, pueden influir las diferencias en la proporción de donantes vivos y fallecidos disponibles. También influye la eficacia en las agencias coordinadoras, como es el caso en España de la Organización Nacional de Trasplantes.

En general, en Europa, el 23% de los receptores de un primer trasplante renal tenían 65 años o más, el 36% eran mujeres y el 21% presentaban glomerulonefritis y el 15% Diabetes Mellitus como enfermedad renal primaria. En comparación con los receptores de un primer trasplante renal de fallecido, los receptores de un primer trasplante renal de donante vivo eran más jóvenes, presentaban con mayor frecuencia glomerulonefritis y con menor frecuencia diabetes mellitus como enfermedad renal primaria. Entre 2010 y 2019, la edad del receptor aumentó en la mayoría de los países, lo que puede ser consecuencia de una mayor tasa de trasplantes y el envejecimiento de la población.

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