Arquitectura

El Colegio de Arquitectos de Cádiz entrega la Colegiación de Honor a dos Premios Nacionales

Un momento del acto de entrega de la Colegiación de Honor del Colegio Oficial de Arquitectos de Cádiz.

Un momento del acto de entrega de la Colegiación de Honor del Colegio Oficial de Arquitectos de Cádiz. / D.C.

El Colegio Oficial de Arquitectos de Cádiz entregó la Colegiación de Honor a dos Premios Nacionales de Arquitectura: José Antonio Martínez Lapeña y Elías Torres Tur, en el último de los actos celebrados con motivo del Día Mundial de la Arquitectura, y en el que también se homenajearon a los compañeros que cumplen 25, 40 y 50 años con la profesión en el año 2023, y se dio bienvenida a los arquitectos que se acaban de colegiar.

El encuentro, que tuvo lugar en la Bodega La Arboledilla de Barbadillo de Sanlúcar, fue presidido por la decana de los Arquitectos de Cádiz, Paula Vilches, que resaltó la importancia de "este día tan especial en el que se hace este más que merecido reconocimiento público a los homenajeados". Junto a ella se encontraba la presidenta del Consejo Andaluz de Colegios Oficiales de Arquitectos, Noemí Sanchís, y la delegada de Fomento, Carmen Sánchez, y contó con una intervención final proyectada de Marta Vall-Llosera, presidenta del Consejo Superior de los Colegios de Arquitectos de España, que finalmente no pudo asistir.

Fue otro Premio Nacional de Arquitectura, Lluis Clotet, estudiante en la misma Escuela Técnica Superior de Arquitectura de Barcelona que los homenajeados, el encargado de pronunciar una laudatio en la que ensalzó la singularidad del lenguaje arquitectónico que atravesó transversalmente la carrera de los arquitectos Colegiados de Honor.

En su intervención, Clotet partió de una obra que descubrió en el año 82 de estos dos arquitectos que comparten estudio en la ciudad condal, la Iglesia de L’ Hospitalet, "que ya era distinta, con un lenguaje tan personal, donde aprendieron a manejar con naturalidad elementos tan heterogéneos sin apenas ensayos previos".

También remarcó la influencia de las labores artesanales vividas por ambos en su niñez, "donde están los cimientos de la manera de ser de cada uno", desde el pueblecito de la Sierra de Burgos donde José Antonio vivió con sus abuelos paternos, a las dotes del padre y abuelo de Elías en Ibiza, ambos carpinteros de ribera. Una trayectoria profesional marcada por estas "historias de su particular entorno, repletas de anécdotas que parecían dispares, pero que eran tan parecidas", describió. Pues tanto Elías como José Antonio estaban inmersos en un mundo artesanal, "en una sociedad en la que se evidenciaba una clara relación entre el esfuerzo personal y el resultado de este esfuerzo, que alentaba el orgullo de trabajo bien hecho. Todo se guardaba, todo se reparaba, todo era muy pragmático".

Por eso, remató Lluis Clotet, tras acabar la carrera, aquella cultura artesanal y rural tan envolvente e intensa lo impregnó todo, "aquella obra inicial y el resto de su carrera profesional".

Una carrera que también tuvo su vínculo y relación con Cádiz, "aunque no fue todo lo intensa que nos hubiera gustado", puntualizó José Antonio Martínez en su intervención, "pero lo suficiente como para disfrutar de esta ciudad compacta y ordenada en nuestras visitas, como la de ahora, en la que he tenido la oportunidad de mostrar a mi familia los bellos rincones de la ciudad y los magníficos sarcófagos del Museo de Cádiz".

También fueron invitados en el año 1989 al concurso para construir el Palacio de Congresos "junto a la muralla marina, frente al Parque Genovés", que finalmente ganó Juan Navarro Baldeweg, pero que no se construyó, así como al certamen de rehabilitación del convento de Santa María.

En el resto de la provincia, eso sí, participaron en la remodelación del Parque de Princesa Sofía entre La Línea y Gibraltar en 1995, mientras que en 2003 concursaron para actuar en el Parque Rivera del Guadalporcún, en Setenil de las Bodegas, cuyo proyecto ganó y se aprobó, para tratar de extender y revestir la estructura de un iniciado aparcamiento incorporando un museo local. Al final renunciaron para dirigir la obra.

No dejaron pasar la oportunidad los arquitectos de celebrar el espacio del acto en Sanlúcar, en su barrio alto, en un "lugar pionero en la elaboración y exportación de sus famosos vinos", y la tierra de donde partió hace 500 años "la expedición de Magallanes para dar la vuelta al mundo".

El acto concluyó con el recuerdo a los compañeros fallecidos y la entrega de insignias a los compañeros que cumplen 25, 40 y 50 años con la profesión en el año 2023, así como dando la bienvenida a los recién colegiados, a lo que siguió un cóctel de clausura amenizado con música jazz en los jardines de las bodegas, del que disfrutaron cientos de colegiados de toda provincia.

El encuentro ponía punto y final a los actos que han tenido lugar con motivo del Día Mundial de la Arquitectura, que también incluyó un conversatorio y una exposición para redescubrir los valores de la Casa de los Palos de Cádiz.

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