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La verdad detrás de las nuevas alternativas al tabaco como los vapers: ¿realmente son más saludables?

La verdad detrás de las nuevas alternativas al tabaco como los vapers: ¿realmente son más saludables?

La verdad detrás de las nuevas alternativas al tabaco como los vapers: ¿realmente son más saludables?

En los últimos años, la industria del tabaco ha experimentado cambios significativos en su enfoque hacia el desarrollo de productos alternativos con el objetivo de mantener el consumo y atraer a nuevos consumidores que, de manera creciente, han decidido dar el paso de dejar el cigarrillo convencional. Estas nuevas alternativas prometen ser opciones más saludables para los fumadores e incluyen dispositivos como los vapers, los parches o los cigarrillos calentados, con dosis controladas de nicotina sin los efectos del humo del tabaco. Es probable que hayas escuchado hablar de estas alternativas, pero ¿realmente las conoces? Además, surge otra interrogante que se ha puesto sobre la mesa desde que estas tendencias se pusieran en alza acerca de si son menos dañinas que los cigarrillos tradicionales. En este artículo, exploraremos la verdad detrás de estas opciones y analizaremos los beneficios y posibles riesgos asociados con su uso.

Antes de continuar, cabe destacar que los principales riesgos para la salud de las personas son problemas relacionados con el tabaco, que provoca 7,2 millones de muertes al año.  De acuerdo a la Fundación Española del Corazón (FEC), el 49,7% de las muertes se deben a tumores atribuidos al consumo de tabaco, seguidos de las enfermedades cardiovasculares y las respiratorias.  De hecho, en la Conferencia Internacional de Reducción de Daños que tuvo lugar en París, el profesor Andrzej M. Fal, un experto en salud pública, compartió un hallazgo revelador. Según sus investigaciones, las alternativas modernas al cigarrillo convencional son aproximadamente 10 veces menos tóxicas. Esto sugiere que estas nuevas opciones podrían representar una opción potencialmente menos perjudicial y podrían reducir la incidencia del cáncer de pulmón en todo el mundo. 

El panorama de las alternativas al tabaco:

  • Vapeo:

El cigarrillo electrónico o dispositivo de vapeo ha ganado popularidad como una alternativa al tabaco. Al calentar un líquido que contiene nicotina, los usuarios inhalan un vapor en lugar de humo. Si bien el vapeo puede reducir la exposición a muchas sustancias químicas dañinas presentes en el tabaco, los estudios indican que el vapor puede contener compuestos tóxicos y partículas finas que pueden tener efectos negativos para la salud y que no son inocuos para el organismo. 

Estos dispositivos no producen vapor de agua, sino aerosoles que se generan a partir del calentamiento de sustancias saborizantes. Estos aerosoles contienen partículas sólidas suspendidas en un gas, las cuales pueden ser cancerígenas. Cuando se inhalan, estas partículas pueden quedar atrapadas en los pulmones, lo que representa un riesgo potencial para la salud. Se han identificado elementos en las alternativas al tabaco que pueden ser irritantes y causar inflamación en las vías respiratorias. 

Además, existe preocupación por el uso de cigarrillos electrónicos entre los jóvenes y los no fumadores, lo que plantea riesgos adicionales por el hecho de generar una posible adicción en aquellos que no tienen un hábito a la nicotina y convertirlos en futuros fumadores. 

Por último, otro de los riesgos añadidos es la combinación de ambos 'vicios'. Muchos fumadores o nuevos fumadores comienzan a alternar el tabaco con el vaper. Un doble riesgo que aumenta aún más las probabilidades de desarrollar una enfermedad relacionada con la nicotina y que dobla el efecto nocivo de los cigarrillos convencionales. 

  • Parches y productos de reemplazo de nicotina:

Los parches de nicotina, chicles y otros productos de terapia de reemplazo de nicotina se utilizan para reducir los síntomas de abstinencia al suministrar nicotina al cuerpo sin la necesidad de fumar, como irritabilidad, ansiedad y antojos. Estas opciones son menos dañinas que el tabaco convencional, ya que no involucran la combustión y exposición a productos químicos tóxicos. 

Sin embargo, hay que tener cuidado al reemplazar el consumo de tabaco por productos de reemplazo de nicotina ya algunas personas pueden continuar dependiendo de la acción de llevarse algo a la boca o inhalar, lo que podría dificultar la eliminación completa del hábito de fumar. Asimismo, es importante recordar que los productos de reemplazo de nicotina son una herramienta para dejar de fumar, pero no son una solución mágica. Es fundamental combinarlos con un plan integral de abandono del tabaco que incluya apoyo médico, terapias conductuales y cambios en el estilo de vida para aumentar las posibilidades de éxito en el abandono del hábito tabáquico.

  • Otras alternativas:

Además del vapeo y los productos de reemplazo de nicotina, se han desarrollado otras opciones menos comunes, como los dispositivos de calentamiento de tabaco. Los dispositivos de calentamiento de tabaco presentan una diferencia fundamental en comparación con los cigarrillos convencionales: no requieren combustión, por lo que no queman el tabaco ni generan humo ni cenizas.

Esta distinción es crucial, ya que al calentar el tabaco en lugar de quemarlo, se elimina la producción de humo y aerosoles que contienen concentraciones significativamente más bajas de sustancias químicas dañinas en comparación con el humo del tabaco convencional. En estos dispositivos, el tabaco se calienta a una temperatura suficientemente alta para liberar la nicotina y los sabores, pero lo suficientemente baja como para evitar la combustión del tabaco.

Sin embargo, aunque los productos de tabaco calentado no involucran la combustión completa del tabaco, aún se generan sustancias químicas durante el proceso de calentamiento. Aunque en menor cantidad que en los cigarrillos tradicionales, estas sustancias pueden incluir compuestos tóxicos y cancerígenos que pueden ser inhalados por el usuario y provocar problemas respiratorios y cardiovasculares.

Los no fumadores, una preocupación añadida 

En este nuevo universo que se está explorando en torno a las alternativas del tabaco existe una preocupación añadida que ya hemos mencionado: los no fumadores. El uso de nuevas alternativas al tabaco puede normalizar la acción de "fumar" o "vapear" en entornos sociales. Esto podría influir en los no fumadores, especialmente los jóvenes, al crear una imagen menos negativa del tabaquismo y aumentar la aceptabilidad social del consumo de sustancias relacionadas con el tabaco.

Así, existe la preocupación de que las nuevas alternativas al tabaco se conviertan en un vehículo de adicción a la nicotina. La disponibilidad de productos con sabores atractivos y campañas de marketing dirigidas a un público más amplio pueden generar curiosidad y aumentar la experimentación entre los no fumadores.

Por otro lado, es importante que aquellos fumadores que no logran dejar de fumar y van a seguir con el hábito puedan elegir alternativas sin humo, que -aunque no son inocuas- son mejores en comparación con seguir fumando cigarrillos. Es esencial recordar que ninguna alternativa al tabaco es completamente segura. Si bien algunas opciones pueden ser menos perjudiciales que fumar cigarrillos tradicionales, todas las formas de consumo de nicotina conllevan riesgos para la salud.  

En este sentido, los expertos son claros: No existe ningún producto del tabaco que sea seguro. Mantenerse libre del tabaco es la mejor manera de proteger su salud. Otros, se sitúan a mitad de camino siendo realistas con el panorama actual y con el que seguirá siendo una realidad. Los fumadores no desaparecerán completamente, por lo que las alternativas al tabaco son un paso intermedio para reducir su efecto nocivo y reducir las enfermedades causadas por este mal hábito mundial. 

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