La salida de la Hermandad de Penitencia de Nuestro Padre Jesús Nazareno congregó a decenas de devotos y público en general ante las puertas de la parroquia del santo patrón. Antonio Muñoz Rodríguez, capataz del Cristo, guió a los cargadores con la ayuda de Antonio Guerrero Rodríguez y José Carlos Fernández Lozano, contraguías del paso de Jesús Nazareno. Lirios morados cubrían el manto bajo los pies de la talla, realizada en 1954. La agrupación musical La Expiración, de Salamanca, interpretó las diferentes marchas procesionales que acompañaron al cortejo de nazarenos, mantillas, promesas y los miembros de otras hermandades que participaron en el desfile procesional del Jueves Santo barreño. A su lado, Nuestra Señora de los Dolores, una dolorosa obra del gaditano José Ovando Merino, que salió de la parroquia de San Isidro Labrador exornada con rosas blancas. La Banda Municipal de Los Barrios guió el recorrido de los Dolores, cuya cuadrilla respondía a las órdenes de su capataz, David Benítez, y los contraguías Miguel River y Antonio Manzanares. La salida fue uno de los momentos que más gente reunió en torno a la iglesia barreña, aunque como desde hace algunos años compitiendo con el momento del regreso debido a la complejidad de cargar con el paso en las calles que forman la vuelta a su templo.

Tomás Díaz, hermano mayor, informó que este nuevo protagonismo que ha tomado el regreso de las imágenes ha provocado un recorrido más corto en su salida, trayecto que ha sido añadido al final del desfile procesional.