
En tránsito
Eduardo Jordá
Lo que ocurre en Europa
Nunca he estado de acuerdo con que la mujer del César además de ser honesta deba parecerlo. Siempre he mantenido que el honesto debe ser el César. La mujer que sea lo que quiera ser. Y ahora que el César es Pedro Sánchez y la mujer es Begoña Gómez, debe seguir siendo así. El Congreso de los Diputados eligió por mayoría absoluta para ser presidente de Gobierno al líder del segundo partido más votado en las últimas elecciones. Guste a muchos o disguste a muchos. Y eso es lo que hay. Y mientras el Congreso de los Diputados no le retire esa confianza, bien en una moción de eso, de confianza, o bien en una moción de censura y ésta triunfe, Pedro Sánchez seguirá presidiendo los consejos de ministros a no ser que él, naturalmente dimita, se haya tomado días de reflexión para ello o no.
Y sostengo que la honestidad de la mujer del César es irrelevante (lo sea o no, o lo parezca o no) porque a quien se eligió por el Congreso de los Diputados para ser presidente del Gobierno, tras las últimas elecciones generales, fue a Pedro Sánchez. Y quiero pensar que los más de 176 diputados que lo votaron no pensaron ni tuvieron en cuenta que estaba casado con Begoña Gómez. Y si lo tuvieron en cuenta era irrelevante para el resultado de la elección.
Quiero decir con esto que esa máxima romana es ancestral, con claros tintes machistas y exponente de un patriarcado del hombre sobre la mujer que hoy debe estar superado. Quienes atacan a Pedro Sánchez por lo que dicen que ha hecho Begoña Gómez y que se investiga en los tribunales de justicia se equivocan y se posicionan del lado del machismo. Y lo saben. El Código Penal se sustenta sobre la base de la responsabilidad personal; es decir solo castiga a quienes hacen o dejan de hacer aquello que el código prohíbe u obliga a hacer bajo pena de prisión u otras. Pero no castiga al cónyuge, ni al hijo, ni al padre de quien comete un delito solo por ser cónyuge/padre/hijo. Algunos no se quieren enterar (ye yeye, ye) y no quieren que la realidad les estropee un buen titular. Critiquen a Pedro Sánchez y repróchenle por todas las veces que dijo “digo” y luego resultó ser “Diego”. Pero dejen que la justicia haga su trabajo en la investigación de lo que supuestamente ha podido hacer mal Begoña Gómez. Y exijamos a los jueces que hagan su trabajo sin apartarse del principio de legalidad, que es de lo que se trata.
También te puede interesar
En tránsito
Eduardo Jordá
Lo que ocurre en Europa
La esquina
José Aguilar
Montoro socorre a Pedro Sánchez
Por montera
Mariló Montero
Gracias
El balcón
Ignacio Martínez
Huir de la foto fea