Cuando estudiamos los procesos evolutivos de la Humanidad marcamos dos grandes bloques: Prehistoria e Historia.

Grandes descubrimientos se han realizado: el fuego y con él, defender, dar calor, cocinar los alimentos para que duren más, que sean más blandos y de esta forma ser comestibles para los que no tienen dientes, es decir los ancianos. Con el fuego se pudo dar luz a la oscuridad; el arado y con él la agricultura y de esta forma tener alimentos con más seguridad y sin tener la necesidad de buscarlos; la rueda para poder recorrer distancias más largas, de forma más rápida y con más carga; la palanca y la polea para aumentar la fuerza; la ganadería, la navegación, etc.

Con estos inventos, por muy importantes que fueran, la humanidad no había llegado a la historia, se encontraba en los momentos previos. No podemos hablar de historia hasta que el ser humano no hace uso de la escritura, es necesaria la presencia de textos informativos, no importa que estos sean reales o de ficción.

La escritura, la lectura, nos trabaja la atención, la concentración, la memoria, ella nos da metodología de aprendizaje, organización de nuestras ideas y los más importante, diferenciamos realidad de ficción, verdad de mentira. Leer no es dar sonoridad, entonación, a un texto. Leer es comprenderlo, hacerlo nuestro, no dejarnos engañar, encontrar los mensajes entre líneas, lo oculto, su verdadero significado, su intención.

En estos momentos estamos teniendo mensajes políticos que con una simple lectura de escolares de primaria comprobamos que están más cerca del cuento de la lechera que de la realidad. Cuando se refieren al contrincante político es una narración de terror. Los mensajes de los buenismos llenan sus escritos. Las fábulas de sus comunicados, eslogan y programas no tienen buenos finales, ni educativas moralejas. A la "realidad virtual y alternativa" que nos intentan vender, se les hace frente con lectura comprensiva de sus mensajes, descubriendo sus mentiras.

Si encontrara una lámpara mágica con un genio que me permitiera tres deseos, el primero sería que el mentiroso cambiara de color, pero cada uno con el color de su contrincante. Si miente el de Vox que se convirtiera en un ser morado, si es el del PP que se ponga rojo, si es del PSOE en azul…

A mí no me preocupan las fábulas políticas, sino nuestra capacidad lectora. ¿En qué momento nos encontramos? El afán revisionista en estos momentos indica que todo es Historia, cualquier acontecimiento en cualquier momento ya nos está dando información histórica. Tal vez sea todo lo contrario, sabemos escribir, entonamos bien al leer, pero nos engañan con sus mensajes, es decir estamos en la Prehistoria.

MÁS ARTÍCULOS DE OPINIÓN Ir a la sección Opinión »

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios