Torres, pintor del flamenco más clásico
pintura
La exposición 'Siempre Flamencos Siempre', hasta el 23 de junio en Sala Cajasur, retrata la historia de lo jondo al completo
Mediados los ochenta pudo verse en un edificio de la avenida Blas Infante una exposición pictórica que causó un fuerte impacto social en Algeciras. Su autor fue el desaparecido artista José Antonio Valdés. Pintó, uno a uno y de forma abstracta, reconocible y precisa al mismo tiempo, los retratos de los personajes más populares de aquellas calles del siglo XX encaminadas a dejar de ser un pueblecito de pescadores. La Cagancha, Juanillo el Zambo, El Chato y la Bella, Cara Ancha, Ventura Morón, Regino Martínez Basso, políticos de la Conferencia de 1906, el mito taurino y heróico que fue Miguelín… Todos estaban allí.
La sala Cajasur, en la calle Convento de Algeciras, acoge en estos días y hasta el 23 de junio una cita similar solo que, en este caso, de potente onda expansiva que estalla en los corazones de quienes aman el flamenco. Hay en este espacio cultural una muestra que recoge los 25 retratos de la práctica totalidad de las grandes figuras del cante, el toque y el baile de todos los tiempos. Se llama Siempre Flamencos Siempre. Desde Paco de Lucía y Camarón de la Isla a la Niña de los Peines, pasando por José Menese, Chocolate, Antonio Mairena, Canela de San Roque, Fernando Terremoto, Corruco, Tío Borrico o Don Antonio Chacón, por citar solo algunos de los ejemplos más significativos.
El artífice de esta irrupción de color y genialidad es Juan Torres (Casariche, 1951), profesor ligado durante casi toda su trayectoria laboral a la Escuela de Arte de Algeciras. "He sido muy aficionado al flamenco siempre, pero nunca había hecho una exposición así y este hecho se había convertido en un aguijón que me picaba hasta que animado por mi hijo… Me lancé", explica en primera instancia.
Torres se recorrió en las décadas de los 70 y 80 todos los festivales habidos y por haber. Fue una época de máxima difusión y eclosión mediática de lo jondo gracias a estas citas de masas por todos los pueblos de Andalucía y que, así lo recuerda, se denominó históricamente como segunda época dorada del flamenco. "Mi afición a esta música me ha llenado y regalado momentos inolvidables. Estuve en Sevilla en casa de Antonio Mairena y he podido conocer personalmente a gente de la talla de Melchor de Marchena, tan sobrio y espartano, y a José Menese, Chocolate, Ramón de Algeciras o Diego de El Gastor, entre otros", apunta con emoción.
Un halo de misterio, gran cromatismo y una fiel captación de la personalidad de cada artistacaracterizan sus cuadros: "Suscribo plenamente la teoría de que hay que conocer al personaje para pintarlo bien. Nunca haría un retrato a Trump -tampoco tengo ganas- ni al niño de Julio Iglesias", comenta convencido para exponer la relación entre la persona y su traspaso al óleo.
La exposición, además, rezuma vivencia flamenca. "Dije antes que conocí a Diego de El Gastor, un tocaor tan grande, muy suyo y peculiar. No quería que nadie grabara su música. Lo hacían sus amigos escondiendo una grabadora debajo de la mesa y sin que él lo supiera, por supuesto. Era además un hombre al que el dinero no le importaba en absoluto", subraya Juan Torres, quien elige, de entre todos los dioses de este Olimpo flamenco, al indiscutible Antonio Mairena. Las obras de las que se siente pictóricamente más satisfecho son las de Chocolate y Melchor de Marchena.
"Me interesa el rostro, marcar bien el gesto. La ropa o pintar perfectamente una corbata no me importan para nada. Me centro mucho en la encarnadura, en la que se combina el color de la carne con la luz del día o de ese momento concreto. Es algo que me gusta trabajar muchísimo", resume Juan Torres.
Siempre Flamencos Siempre es una historia de lo jondo en sí, todo un homenaje a la banda sonora original de la Historia de Andalucía. Imposible perdérselo.
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