Sara Vázquez traslada a Algeciras su defensa e impulso vital por la danza
La profesional dirige la academia Danzares y promueve la "lucha" por un conservatorio en la comarca Pide a las administraciones que apuesten por traer espectáculos de calidad
Desde Sevilla desembarcó en Algeciras hace algo más de ocho años Sara Vázquez. Con el aval de estar titulada en las carreras de Danza Española y Ballet Clásico y teniendo como última experiencia artística su desempeño como bailarina, repetidora y maestra en el Ballet Flamenco de Andalucía en 2011, ha decidido impulsar el amor y la defensa del ballet en Algeciras. Sus ideas pasan desde luchar por implantar un conservatorio en el Campo de Gibraltar como por atraer a grandes compañías a la ciudad.
Hace tres años abrió en Algeciras una academia en la urbanización Sotovila, bajo el nombre Danzares, y cuenta ya con más de un centenar de alumnas desde los 4 hasta los más de 60 años. La algecireña Judith de la Rosa, profesora de la Sánchez-Verdú, es alumna de Vázquez y colabora como docente en su proyecto. Al tener un nivel avanzado de flamenco también da clases magistrales a otras referentes del baile.
La dificultad que tiene el alumnado de estas artes en el Campo de Gibraltar para avanzar en sus estudios por la falta de un conservatorio en la zona le ha llevado a plantearse la elaboración de un proyecto para luchar por su implantación. "No entiendo que no haya ni al menos hasta Grado Medio". En base al número de habitantes y la demanda y considerando los inmuebles en desuso que existen en la comarca promoverá una campaña para que sea una realidad.
Otro de los problemas que considera que existen en el arco de la Bahía es la falta de espectáculos de calidad de ballet. "Me cambió la vida el día que mis padres me llevaron al Maestranza y vi el Ballet Nacional de España, lo primero que se tiene que hacer para aprender es ver". Por ello lamentó que a nivel cultural se oferta poco, haciendo referencia con ello a las posibilidades que actualmente plantea el teatro Florida de Algeciras. Se deben atraer proyecto más avanzados.
En relación a ello, Vázquez señaló que prepara para el final del curso de su academia una parte más amateur de sus alumnas y un segundo tramo más profesional, para lo cual invitará a los grandes amigos bailarines, directores y demás que ha ido forjando en su carrera artística.
Destaca además la inquietud que existe en la zona por aprender, lo que choca directamente con la falta de un conservatorio. Reconoce la labor que realizan en Algeciras Lola Manteca -Adagio-, y Judith de la Rosa -Sánchez-Verdú-, ambas con estudios superiores.
Para Sara Vázquez la falta de una profesionalidad, los estudios superiores, es un matiz muy importante en la carrera de una persona que se dedique al ballet. En su carrera recibió nociones de anatomía, música, expresión corporal e infinidad de materias que no sólo se centran en un paso de ballet. Desearía que hubiera más sinergias entre las artes, recuerda como en Sevilla había guitarristas o pianistas que formaban una parte básica en las clases, "algo que aquí es impensable".
En diciembre actuará por primera vez en el Florida, junto a De la Rosa, en un proyecto benéfico. Sus múltiples ideas para que Algeciras dé un paso más en el mundo del ballet denotan el interés por la tierra a la que tiene arraigo, una familia e hijos.
Ama el ballet clásico, que define como la "salud" de un bailarín porque enseña a evitar lesiones, a posicionarse y demás; la danza española es parte de la riqueza nacional; y el flamenco es sentimiento, pasión y expresión.
Vázquez, a sus 34 años, lleva mucho camino recorrido. Se ha formado con maestros como Manolo Marín y Juana Amaya, así como cursos con Israel Galván, Antonio Canales o Eva la Yerbabuena; en danza española ha ido de la mano de Aída Gómez, Goyo Montero o Azorín
Inició su carrera artística en 1997, entrando en la Compañía Andaluza de Danza, para la inauguración del Teatro Real de Madrid; una año después estuvo en la Bienal de Flamenco en la compañía de María Pagés. En 2000 entró en la nueva compañía de Rafael Amargo y se incorporó al elenco del Ballet Nacional de España. Al siguiente año entró al Ballet Flamenco de Antonio Canales.
En 2002 Vázquez entró en el Ballet Flamenco de Eva La Yerbabuena, donde giró por toda España, Europa, Marruecos, Brasil, Argentina, Estados Unidos y demás. En 2004 fue elegida por la XIII Bienal de Flamenco de Sevilla, en el festival + Jóvenes + Flamenco, obteniendo gran éxito de crítica y público. Entró a colaborar en la Compañía Flamenca de Andalucía, bajo la dirección de Cristina Hoyos y continuó con Rafael Amargo. Profesionalmente pertenece a la compañía de Rubén Olmo, como asistente de dirección y primera bailarina.
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