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Salvatierra cree que Algeciras es un "páramo cultural", "la marginalidad absoluta"

"Ninguna ciudad se merece no tener una programación medio digna", dice el algecireño, autor de la obra 'El rey de Algeciras'

El dramaturgo algecireño Juan Alberto Salvatierra.
Redacción / Algeciras

20 de enero 2009 - 05:00

El autor teatral algecireño Juan Alberto Salvatierra, noticia estos días por el reestreno de su obra El rey de Algeciras a cargo del Centro Andaluz de Teatro, dedicó ayer palabras durísimas al ambiente cultural que posee la ciudad. "Algeciras era, y es, la marginalidad absoluta: 120.000 habitantes y no hay ni un teatro ni un cine", señaló en una entrevista publicada en El Mundo.

Salvatierra, director, actor, dramaturgo, diseñador y técnico de iluminación, es preguntado por el ambiente que había en Algeciras cuando marchó a Málaga a estudiar en la Escuela de Arte Dramático, a finales de los noventa. Entonces responde: "Teatral profesional, ninguno: todo amateur. Algeciras era, y es, la marginalidad absoluta: 120.000 habitantes y no hay ni un teatro ni un cine. Y sólo una librería. Estamos muy cerca de África y se nota. Algeciras es un páramo cultural. Me jode mucho que esta obra, que habla de la ciudad, no se pueda ver allí".

El algecireño, que en estos momentos es profesor de Literatura Dramática en la Escuela de Artes Dramáticas de Sevilla, recuerda que el Florida "lleva cuatro años de reforma". "Lo que hay es una abulia tremenda", dice el autor de una obra que llegará a San Roque y a La Línea dentro de poco.

"Y más cosas: cuando la obra se estrenó, llamaban a la radio para insultarme y en la prensa me llamaron malnacido. Sólo un periodista, Juan José Téllez, salió en mi defensa. ¡Qué falta de respeto!", indica Salvatierra.

El algecireño prosigue: "No sé qué es lo que no funciona en Algeciras, pero recuerdo que un político local me dijo: "Algeciras tiene lo que se merece". Oír eso me da espanto. Ninguna ciudad se merece no tener una programación cultural medio digna".

"El Aula de Teatro tiene 50 o 60 alumnos al año. La Escuela Municipal de Música y Danza, 300 o así. Pero ahí se acaba todo: la gente estudia teatro y no ve ni una obra, o estudia música y no oye ni un concierto. Ni siquiera hay sitios de ocio nocturno: la propuesta de un verano fue poner autobuses a Tarifa. Así funcionan las cosas allí", concluye el algecireño.

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