Cultura

Manuel Cerdán devuelve a Paesa a las estanterías

  • Al calor del estreno de 'El hombre de las mil caras', Plaza y Janés reedita el libro sobre el espía del veterano periodista.

Pisó el terreno del espionaje, traficó con armas, falsificó su esquela para morir en vida, cobró por entregar a Luis Roldán, se quedó con el dinero que éste robó e incluso engañó a ETA. Es Francisco Paesa y regresa de la mano de Manuel Cerdán, que vuelve a contar su historia. Una historia difícil de repetir. 

Han pasado más de veinte años desde que el "prestidigitador del espionaje" diese el golpe maestro al entregar a las autoridades al prófugo más buscado por la Justicia, Luis Roldán -por el módico precio de 1,8 millones de euros- y se quedase con los 10 millones de euros que el exdirector de la Guardia Civil robó del erario público. Pero como Paesa es "un personaje que supera a la actualidad", el periodista Manuel Cerdán (Alicante, 1954) -que contribuyó de manera crucial a destapar el caso Roldán- reedita Paesa: el espía de las mil caras (Plaza y Janés). 

Ahora, más de diez años después, Cerdán hace renacer a un Paesa cuya historia ve difícil que vuelva a repetirse debido a la "vacunación de la sociedad inoculada por los jueces y los periodistas". Y lo hace aprovechando que Alberto Rodríguez (Sevilla, 1971) -que arrasó con 10 goyas por La isla mínima el año pasado- estrena Paesa: el hombre de las mil caras, una "espectacular" cinta basada en la obra de Cerdán, en concreto en el rocambolesco tándem Paesa-Roldán. 

A ellos se refiere el periodista como "el binomio que fue reflejo de una época de impunidad, de la España de Rinconete y Cortadillo", en la que un ex director de la Guardia Civil se fugó con millones de pesetas procedentes del erario público y de comisiones cobradas por obras de los cuarteles del instituto armado, para acabar purgando 15 años en la cárcel. "Una España de trileros que se mueven en el juego del engaño y la mentira", y que queda retratada en el thriller histórico que vuelve a retumbar en las estanterías y en la obra de Rodríguez, cuya "trama electrizante retrata muy bien ese país de picaresca". 

En su libro, Cerdán intenta destapar las mil caras de este "personaje hecho a sí mismo que se movió por las cloacas del Estado", un funambulista que se paseó como quiso por el filo de la Justicia y que tuvo en jaque al Ministerio del Interior en uno de los episodios más oscuros de la España de los 90. Y, aunque quizá no todas, honestamente cree que consigue desvelar muchas de las caras del exespía natural del barrio madrileño de Chamberí, alguien que nunca piso cárcel española y que consiguió salir airoso de todas sus tropelías. "Paesa engaña a todos. Consigue blindarse totalmente, le quitan todas las causas pendientes, no tuvo que ir ni de testigo al juicio de Roldán, todo su dinero lo salva y se lleva el de Roldán, creando un botín de 12 o 13 millones de euros", explica el periodista. 

A pesar de que Cerdán es consciente de que el "pillo" Paesa se movió a veces en el terreno de la mentira durante la entrevista que mantuvieron en París -donde éste lo encontró-, confía en volver a reunirse con él. "No pierdo la esperanza de que en un futuro me siente con él en una charla amable. Habría que lograr convencerlo para que cuente su perspectiva desde dentro. Esto tiene su riqueza", asevera Cerdán. 

Con su obra, el periodista nunca pretendió "buscar catarsis" ni remover conciencias, sino contar ese episodio desde la perspectiva del tiempo para "que no haya páginas en blanco en los libros de historia o escritas con renglones torcidos".

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