Manu Sánchez convierte a Satán en un santo algecireño cargado de ingenio
El humorista de Dos Hermanas recibe el calor del público a modo de continuos aplausos y risas Hoy llenará el Florida por segunda vez
Se puede llorar de la risa. Explicar en qué consiste el espectáculo es robarle la magia y ese no es el propósito. De Dos Hermanas a Algeciras. El viaje resultó redondo anoche para Manu Sánchez. Como era de esperar el teatro Florida se llenó hasta la bandera para disfrutar del último montaje de este gran humorista y polifacético artista en definitiva, que se abalanzó al público algecireño dejando caer las garras del ingenio para desatar risas y más risas. Estrenó El último santo y no es porque él precisamente lo sea, sino por el personaje que encarnaba, el mismísimo satanás.
Su juego de palabras, su ingenio al pensar, la facilidad para descolocar argumentos, ideas originales...apenas pasaron unos segundos sobre el escenario y ya soltó dardos de ironía sobre la ciudad. Se notó el trabajo de un guión cuidadosamente elaborado junto al algecireño Antonio Romera 'Chipi', líder de la banda La Canalla. Todos esos ingredientes eran sinónimo de éxito seguro, salpimentados además con la genialidad del cantautor del Cobre. Se sentía como en casa, como días antes confesó a este diario en una entrevista. Y es que es evidente que Manu Sánchez habla un idioma muy "de aquí". Se coronó en Algeciras, sus armas eran no sólo esa impresionante agilidad verbal y de pensamiento, también bailó y cantó sobre el escenario.
Fue mezclando el guión propio de su genial hilo de la historia con monólogos, algunos con matices ya conocidos pero igualmente desternillantes, y a todo ello le puso color de musical.
Sobre las tablas no pretendan encontrar a Sánchez. En el escenario está un Satanás muy algecireño. El humorista se ayudó de las infinitas armas que ofrece el teatro para hacer disfrutar al público con una historia en la que como eje Dios decide echar mano de un santo para "arreglar" un poco el mundo terrenal. El único que le queda, el último santo, como no queda otra: satanás.
Para que se hagan una idea, el color rojo predomina, el protagonista con mallas pegadas y batín rojo se usa de su bastón para marcar el ritmo. Sánchez se convirtió anoche en un auténtico diablo que hizo reír a las más de 600 personas que disfrutaron de la primera sesión del sevillano en Algeciras.
Hoy volverá a llenar el teatro Florida a partir de las 21:30 horas, será el turno del juicio final para otras 600 almas inocentes.
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