La Audiencia Provincial de Cádiz ha condenado a 18 años de prisión al acusado de asesinar en Benalup a Ildefonso G. alias 'El Maestro', un profesor jubilado adicto a las drogas que en noviembre de 2019 apareció sobre un charco de sangre en su propio domicilio con una fuerte contusión en la cabeza. El tribunal ha dictado este fallo después de que el pasado viernes un jurado emitiese un veredicto de culpabilidad. 

La sentencia da por probado que en hora no determinada de la madrugada del 14 de noviembre de 2019, Ildefonso G., conocido en el pueblo como 'El Maestro, se hallaba en su domicilio cuando fue golpeado por el procesado reiteradamente y por la espalda con un objeto contundente. "El ataque fue sorpresivo, sin que la víctima se lo esperase, haciendo por tanto imposible su defensa", precisa la resolución judicial.

Ildefonso fue alcanzado en la espalda y en la región temporo-parietal derecha de la cabeza. A consecuencia de dichos golpes, sufrió fractura de la base del cráneo y fractura en estallido en parietal y occipital derechos que le causaron la muerte por traumatismo craneoencefálico.

El encausado era toxicómano a la fecha de los hechos y había consumido drogas esa noche, "si bien no se ha probado que tuviera sus facultades intelectivas y/o volitivas mermadas a causa de ello o del síndrome de abstinencia", concluye la sentencia. 

Asesinato con alevosía

Del informe de la autopsia, así como de la inspección ocular y de las declaraciones de los agentes de Policía que intervinieron en la investigación, resulta patente que Ildefonso fue objeto de una agresión con un objeto contundente que le causó la muerte, "agresión que evidentemente fue intencional por la zona afectada por los golpes y por la intensidad de los mismos que, como afirmaron los forenses, fueron capaces de romper el cráneo hasta el punto de que los trozos de hueso resultantes de la fractura cortasen desde el interior el cuero cabelludo, causando una herida abierta", expone la resolución.

Además de las lesiones, prosigue el dictamen judicial, cobra especial relevancia "el contexto" de la escena del crimen que se encontraron los policías, esto es, la víctima en el suelo tapada con una manta y un cojín con evidentes signos de registro en su cuerpo y en la vivienda, la sustracción de las llaves de su casa y de sus teléfonos móviles y la ausencia del arma homicida.

La sentencia insiste en las manifestaciones de los forenses acerca de la extrema fuerza de los golpes, las distintas zonas afectadas -parte de los impactos se dirigieron a una zona vital como es el cráneo- y el uso evidente de un instrumento contundente para propinarlos.

Asimismo, la resolución judicial refuerza este planteamiento cuando expone que las salpicaduras de sangre alcanzaron a las paredes de la vivienda a más de dos metros de la víctima. "Las proyecciones hubieran llegado más lejos de no ser detenidas por la pared, lo que evidencia una intensidad y una fuerza en los golpes que descarta cualquier finalidad distinta de la letal".

Por último, apunta que tanto los agentes como los médicos forenses expusieron en el juicio que los golpes sugerían que 'El Maestro' estaba en una posición más baja que el agresor (lo que es compatible con que se hallara sentado), que el golpe en la espalda fue dado desde atrás y que el de la cabeza pudo serlo desde atrás o desde el lateral. "Ildefonso estaba sentado y se le atacó por detrás y por sorpresa, lo que impidió que huyera o se defendiera; no podemos sino considerar la existencia de alevosía y, por ende, de un delito de asesinato", concluye la resolución judicial.

Aunque la sentencia no es firme, la Audiencia de Cádiz ha acordado mantener al acusado en prisión preventiva incondicional "con el límite máximo de la mitad de la condena impuesta, esto es, mayo de 2029". La defensa del procesado ya ha anunciado su intención de recurrir el fallo ante el Tribunal Superior de Justicia de Andalucía (TSJA).