San Fernando

Ahorrar hasta el 70% de la factura energética y cambiar todas las farolas de San Fernando

Varias farolas del alumbrado público de la localidad, en una imagen de archivo.

Varias farolas del alumbrado público de la localidad, en una imagen de archivo. / Román Ríos (San Fernando)

El Ayuntamiento de San Fernando recurrirá a una empresa de servicios energéticos (ESE) para mejorar la eficiencia y ahorrar en la factura de las oficinas municipales, de las instalaciones deportivas y del alumbrado público. Pero también para dotarse de un instrumento que le permita ejecutar inversiones de calibre en estas infraestructuras y asegurarse un mantenimiento ágil y permanente de las instalaciones eléctricas.

De esta forma, explica el ejecutivo, si hay que sustituir una luminaria fundida o reponer una instalación defectuosa, esta ESE se encargaría de ello de manera inmediata, algo que ahora no resulta posible.

El gobierno municipal planea además sustituir todas las farolas –tanto los báculos como las luminarias– y cuadros eléctricos existentes en la localidad, muchos de ellos extremadamente antiguos y deteriorados, entre otras mejoras asociadas a este contrato.

La ESE, de esta forma, se convertiría en una herramienta para resolver lo que hoy día es una de las grandes carencias urbanas de San Fernando. Pero también para ahorrar el coste de la factura energética, que hoy ronda los 2,5 millones de euros anuales.

Se calcula que con la empresa de servicios energéticos, al optimizar el consumo, puede llegar hasta a un ahorro de hasta el 70%. Y esa es, precisamente, una de las claves del contrato que prepara el Ayuntamiento porque, en líneas generales, ese dinero ahorrado se vincula a la ejecución de inversiones por parte de la ESE, como la citada sustitución todo el alumbrado público y de los cuadros eléctricos que el Ayuntamiento quiere acometer. Aunque también, se apunta, se pretende la digitalización de todo el sistema, de la misma manera que se ha afrontado en otros servicios en busca de una mayor eficiencia con la introducción de las nuevas tecnologías.

Farola del alumbrado público, en una imagen de archivo. Farola del alumbrado público, en una imagen de archivo.

Farola del alumbrado público, en una imagen de archivo. / Román Ríos

Primero, una auditoría

Se trata, evidentemente, de un contrato que contará con un presupuesto millonario y que por su naturaleza se equiparará a los de los grandes servicios municipales, como la limpieza y recogida de residuos. Y con una duración que se calcula que oscilará entre los 10 y 15 años. La idea del ejecutivo es poder licitarlo y adjudicarlo a lo largo del próximo año y medio, si bien primero se dará otro paso: la realización de una auditoría energética y la elaboración de un plan director en este sentido, que será la base sobre la que se trabajará en el pliego de condiciones y la que determinará con exactitud las inversiones a ejecutar en la ciudad.

Para ello se está ultimando ahora en el Ayuntamiento isleño un contrato menor que saldrá a licitación próximamente y que tendrá por objeto llevar a cabo esa auditoría energética de todas las sedes municipales, de las instalaciones deportivas públicas y del alumbrado de la calle, así como la elaboración de una propuesta que se recogerá en ese plan director. Este otro contrato tendrá un plazo de cuatro meses a partir de su adjudicación, así que hasta finales de verano aproximadamente no espera el ejecutivo local contar con el resultado de esta evaluación.

Se trata –la empresa de servicios energéticos– de una fórmula empleada con bastante éxito en otras grandes ciudades que, además de realizar inversiones y ahorrar, permite al Ayuntamiento resolver una de las cuestiones que más le preocupa en este aspecto: la del mantenimiento de las instalaciones eléctricas "24 horas y todos los días del año".

Además, explica, se abre la puerta a incluir entre las inversiones vinculadas al futuro contrato cuestiones como la iluminación e instalación eléctrica vinculada a determinados eventos, la creación de comunidades energéticas en edificios municipales (viviendas de Esisa), la introducción de renovables en instalaciones deportivas para conseguir el autoconsumo o, incluso, cuestiones vinculadas a la implantación de la Smart City (por ejemplo, farolas inteligentes que regula el consumo, etc...).

Todas esas medidas, claro está, tendrán que concretarse en los pliegos una vez que se cuente con los resultados de la auditoría energética que ahora se va a realizar.

Otra cuestión que se señala desde el gobierno municipal pasa por la evidente mejora ambiental que implicará un uso más eficiente de la energía al reducir las emisiones, un tema que cobra cada vez mayor protagonismo y que a corto plazo tendrá mucho peso en la gestión municipal.

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