Solidaridad

Manos Unidas en Cádiz dedica su nueva campaña a la desigualdad climática

José María Bravo, María de los Ángeles García y Rosalina Segovia presentan la campaña de Manos Unidas.

José María Bravo, María de los Ángeles García y Rosalina Segovia presentan la campaña de Manos Unidas. / Miguel Gómez

"El efecto ser humano" es el lema con el que la organización no gubernamental Manos Unidas afronta su tradicional campaña anual, la número 65, en la que trata de concienciar sobre la desigualdad climática ahondando en el hecho de que los perniciosos efectos del cambio climático afectan de una manera más negativa a los países más vulnerables del planeta. En Cádiz, esta asociación católica activa esta campaña de sensibilización sobre sus proyectos con la presencia de la religiosa María de los Ángeles García, misionera en Mali desde 1997, quien destaca la inestimable ayuda económica que reciben en el continente africano gracias a la labor de Manos Unidas.

La religiosa ha estado acompañada en la sede del Obispado de Cádiz, donde se ha presentado la campaña, por José María Bravo, consiliario diocesano de Manos unidas, y por Rosalina Segovia, vicedelegada de Manos Unidas en Cádiz. La campaña de esta asociación incluye charlas, edición de vídeos y publicaciones y, finalmente, la colecta dominical en las misas del próximo fin de semana.

Ha destacado María de los Ángeles García que el "90% del dinero" que se recauda en la campaña de Manos Unidas se destina directamente a financiar los proyectos de las distintas misiones en los países más desfavorecidos, al ser una ong formada en su mayoría por voluntarios y que tiene un número de trabajadores asalariados muy pequeño: "Los proyectos de Manos Unidas son de los que enseñan a pescar, no dan el pescado, lo que es fundamental para el desarrollo".

De origen leonés, pero formada en el País Vasco, esta religiosa trabaja en Mali desde el año 1997. Es médica y en territorio africano dirige una escuela que forma a mujeres como técnicas sanitarias. La misión de las religiosas de María Inmaculada, congregación a la que pertenece, se completa con escuelas de formación primaria y secundaria y otra escuela de corte y confección: "Cuando acaban en esta escuela, por ejemplo, a cada alumna se le entrega una máquina de coser para que pueda ganarse la vida". En total, las escuelas en su conjunto cuentan con cerca de un millar de alumnas.

En un territorio especialmente castigado por las pobreza, señala María de los Ángeles García que muchos proyectos de Manos Unidas contemplan la instalación de paneles solares para aprovechar "tantas horas de sol como tenemos en África", lo que ayuda a proyectos que no tienen que depender directamente de la inestable red eléctrica.

Estas alternativas energéticas son una constante en los proyectos que se financian desde Manos Unidas. Su consiliario en Cádiz, José María Bravo, explica que la campaña de este año incide en esta desigualdad climática que castiga aún más si cabe a los países vulnerables, de ahí que el lema, "El efecto ser humano", busque concienciar a la sociedad de que tiene en sus manos actuar para revertir esta situación: "El ser humano es el único capaz de salvar el planeta".

Y es que el calentamiento global ha provocado cambios extremos que se traducen, según las zonas, en graves sequías o devastadoras inundaciones que afectan al consumo de agua y a la agricultura, un sector fundamental en el día a día de estos países.

Así, en consonancia con los últimos textos del Papa Francisco sobre el medio ambiente y su situación límite ('Laudato Si' y 'Laudate Deum'), Manos Unidas dedica al calentamiento global y sus efectos una campaña que trata de lucha con la desigualdad y la pobreza desde la lucha contra la desigualdad climática, con proyectos dedicados a las energías renovables, la reforestación o al acceso seguro a un agua no contaminada.

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