Loaiza llama a la unidad política y social para evitar el cierre del CEFOT
El regidor isleño solicita reuniones con el ministro de Defensa y con el Jefe del Estado Mayor de Tierra
El posible cierre del Centro de Formación de Tropa número dos (CEFOT-2) de Camposoto dentro del proceso de reorganización y racionalización de infraestructuras que el Ejército de Tierra está llevando a cabo desató ayer una cadena de reacciones políticas que se mostraron abiertamente en contra de la pérdida de más instalaciones militares en la ciudad al tiempo que advirtieron del nefasto impacto que acarreará para la economía local.
El primero en posicionarse abiertamente en contra de dicho cierre fue el alcalde isleño y presidente de la Diputación Provincial, José Loaiza, que mostró incluso su disposición a pilotar el movimiento ciudadano contrario a la desaparición del CEFOT-2 que empieza a moverse con fuerza en la ciudad.
El regidor, ayer mismo, contactó con el Ministerio de Defensa y la Jefatura del Estado Mayor del Ejército de Tierra para confirmar la noticia. De momento, afirmó a la prensa, "no hay todavía ninguna decisión adoptada pero el cierre del CEFOT de Camposoto es una de las posibilidades que se contempla".
Loaiza, en este sentido, reclamó unidad política y social para frenar estos planes. "Tenemos que tener muy claro qué es lo que queremos para La Isla. No es momento de conducirse con ambigüedades", espetó al resto de formaciones políticas al apelar a un necesario frente político común.
Para el alcalde, que el Centro de Formación de Tropa que se asienta en Camposoto pueda pasar ahora a la historia y La Isla pueda llegar a perder una instalación militar que resulta muy rentable para la ciudad se debe en gran medida a la tibieza e indeterminación que durante años se ha mantenido hacia estas instalaciones militares al reclamar su desafectación en aras al desarrollo turístico. Era un mensaje dirigido especialmente al PSOE y a su portavoz, Patricia Cavada, que -recordó- hace apenas un par de meses, cuando esta situación se estaba gestando, recriminaba al PP los escasos avances conseguidos en la recuperación de estos terrenos.
Hace dos años, recordó, se iban a cerrar las instalaciones de Cáceres, donde se asienta el otro centro de formación de Tierra. "Se quedaba Camposoto. Era algo de lo que no había duda", aseveró. Sin embargo, la presión ejercida por el amplio movimiento político y social gestado en la localidad extremeña hizo que Defensa diera marcha atrás en estos planes iniciales.
Otra de las cuestiones que el regidor isleño quiso dejar claras es que el cierre del CEFOT, si llega a darse, no supondrá de ninguna manera la desafectación de suelo de Camposoto puesto que hay otras unidades asentadas en el acuartelamiento -especialmente, el Regimiento de Artillería de Cosata, RACTA-4- que tienen un carácter estratégico y Defensa no piensa en moverlas de allí.
Se trata, simple y llanamente, de una ecuación en la que La Isla no ganaría nada. Solo perdería. De entrada, los 150 puestos de trabajo de la dotación permanente de profesionales que trabaja en el centro docente militar. Y luego los alumnos, los aspirantes a soldados profesionales que se forman en estas instalaciones y que este año -para hacerse una idea de la cifra- supondrán más de 1.800 jóvenes. El impacto económico, dice Loaiza, podría superar los seis millones de euros. El alcalde confirmó ayer que ha solicitado dos reuniones para abordar el futuro del CEFOT isleño: una con el ministro de Defensa y otra con el JEME, el jefe del Estado Mayor del Ejército de Tierra.
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