Publicación/Doñana
  • Antonio Rodríguez Ramírez y la editorial 'Palitroque' publican un libro que retrata de forma inédita un espacio natural a través del diario de caza del Palacio de Las Nuevas (1923-1973)

  • La obra se presentará el 6 de junio, en la Fundación Valentín de Madariaga, en Sevilla, y en próximas fechas lo hará en Jerez, Almonte, Chiclana y Madrid

Cuando en Doñana había fango

Palacio de Las Nuevas, en 1916. Palacio de Las Nuevas, en 1916.

Palacio de Las Nuevas, en 1916.

Escrito por

Arantxa Cala
Portada del libro. Portada del libro.

Portada del libro.

"Hoy paseo por la marisma de Doñana y casi no la conozco, de cuando yo era niño y adolescente y andaba por allí con mi padre. El territorio se ha transformado". 

'La mítica Marisma de Doñana... y sus patos. Retrato de un espacio natural a través del diario de caza del Palacio de Las Nuevas (1923-1973)' (Palitroque Editorial), obra de Antonio Rodríguez Ramírez, 'Antonio Clarita V', habla de una época y de la buena salud de Doñana, tiempo atrás.

Recoge, como principal fuente de información, el mítico Diario de caza del Palacio de Las Nuevas, en el corazón de las marismas de Doñana, un libro de anotaciones cinegéticas que estuvo depositado durante medio siglo en el modesto pabellón de caza de dicha finca, uno de los dominios más legendarios y recónditos de las marismas del Guadalquivir. Buena parte de lo que se narra se dedica a relatar los procedimientos, costumbres, personajes, anécdotas, en todo lo relacionado con el arte de la caza de anátidas. Una actividad ancestral que definió una forma de vida abocada al olvido y que encumbró la Marisma a su reconocimiento internacional, constituyendo el germen de lo que vendría después, el Parque Nacional de Doñana, unas de las áreas protegidas más emblemáticas del mundo.

"Una obra que se divide en dos partes, una etnográfica y otra más pseudocientífica. Se cuenta esa Marisma de antaño, cuando la actividad fundamental eran las cacerías de acuáticas, el modus operandi de toda esa vida, de esos personajes que vivían en torno a las cacerías, tanto de los señores que venías de fuera, como del entorno, los guardas, etc.", explica su autor.

"El libro relata una zona concreta de las marismas del Guadalquivir, en esa finca de Las Nuevas, donde había lo que pomposamente se llamaba un palacio que no dejaba de ser un simple caserón, aunque en el entorno sí destaca como algo singular. En el caserón estaba ese diario en el que todo el que venía apuntaba su nombre, en qué punto de la finca había cazado y qué especies, con sus fechas y otros datos curiosos. Así que, desde 1923 hasta 1973 se apuntaron unas 1.000 cacerías". 

Familia Clarita, 1924. Familia Clarita, 1924.

Familia Clarita, 1924.

Lo que le interesó a su autor de estos datos es que había determinadas especies que terminaron desapareciendo del paisaje marismeño y otras llegaban. "Y todo estaba en relación a la evolución del medio marismeño, en ese tiempo de anotaciones. Además, eso coincide con las grandes transformaciones que hubo en España en cuanto a humedales y su desaparición. Hice pues un análisis casi científico de esos datos y entresaqué qué especies dominaban, cuáles decaían en determinados periodos y el porqué en base a datos, que ponen también en pie la mucha información familiar que hemos recibido de generación en generación, ya que mi padre, mi abuelo, mi bisabuelo y mi tatarabuelo fueron guardas de cacería también en las marismas". 

"Lo que quiero con este libro -subraya Antonio- es que el lector vea cómo eran las marismas hace unas décadas. Yo creo que si yo no hubiera recogido y mostrado esta información no habría salido a la luz esa realidad. Mucha de las cosas que aparecen aquí han sido transmitidas 'de boca en boca' a lo largo de generaciones, por los mismos hechos que yo he visto allí en mi niñez. Y también quiero mostrar cómo esa marisma se ha ido transformando paulatinamente a lo que tenemos hoy día: una marisma abocada al desastre, por ejemplo, con todo lo que se está viviendo ahora con el cambio climático, explotaciones de acuíferos, escasez y mala calidad del agua, pocas aves acuáticas, etc. Y la gente que vivía antes allí, en medio de las marismas, pues ahora es un territorio vacío, con casas derruidas de los antiguos guardas y la gente que cuidaba lo que hoy en día es un Parque Nacional".

Un medio natural virgen

En la imagen, el duque de Santoña, el marqués del Mérito y el duque de Algeciras, en el palacio de Las Nuevas. En la imagen, el duque de Santoña, el marqués del Mérito y el duque de Algeciras, en el palacio de Las Nuevas.

En la imagen, el duque de Santoña, el marqués del Mérito y el duque de Algeciras, en el palacio de Las Nuevas.

En una época donde la ornitología no estaba aún desarrollada, los datos de aquellas cacerías añejas son la única fuente de información de un espacio natural único. Analizando los sucesivos y riquísimos datos de las anátidas cazadas desde 1923 a 1973, tiempo de vigencia del diario, se descubre un medio natural virgen y ciertamente diferente al actual, en su más pura esencia.

"El libro tiene ante todo la virtud de que habla en cifras. Si Doñana era antes un paraíso de las aves, ¿era una descripción literaria o algo que se podía objetivar? Esta obra lo permite", cuenta el editor Javier Ruiz. Destaca que el título "tiene un doble sentido" y explica que el mejor libro que se ha escrito de Doñana es "'El mito de Doñana', de Aquilino Duque, que sintetiza perfectamente todos los elementos que han hecho que Doñana sea una referencia mítica y cultural. Nuestro libro enlaza mucho con eso: a través de la caza y del resultado de esas cacerías cómo podemos hoy objetivar que realmente era así y hay cifras que lo demuestran. Hay mucha literatura de Doñana, pero del corazón de la Marisma, del corazón fangoso, apenas había nada". "Hemos tenido la fortuna de que este diario llegara a las manos de Antonio y, siendo él descendiente de esos guardas de la finca, además de su preparación intelectual, ha permitido sacar un libro que por primera vez retrata uno de los elementos más importantes que conformaron el mito de Doñana, la cacería de las acuáticas". 

Con unas 500 páginas, es además un libro antropológico "porque carga mucho las tintas de cómo se organizaban esas cacerías, quiénes asistían, los guardas, los furtivos, el manejo de la Marisma... La naturaleza, entendemos que no tocándola se enriquece, pero en muchísimos casos no. La Marisma tenía un manejo que se muestra en este libro, procuraba caza, riqueza y diversidad. Desde que se ha abandonado la caza como un modelo de gestión del medio natural, muchos hábitats se han empobrecido. De hecho, las águilas o linces que están 'floreciendo', muchos de ellos están comiendo en cotos privados, donde hay una gestión de la fauna. Este es el misterio de este libro". 

Un libro, "de una actualidad brutal, tal como está Doñana hoy", de los relatos de su abuelo, Antonio Clarita, guarda mayor de cacería en Las Nuevas durante cincuenta años, sobre cómo era la Marisma de antaño y la enormidad de patos existente, con sus especies dominantes. "Pero incrédulo de mí, me costaba creerlo -confiesa Antonio-, pensando quizás en delirios de añoranza de una época pasada. Sin embargo, no exageraba lo más mínimo, ya que la evidencia de la información analizada no deja lugar a dudas". Antonio pertenece a la más famosa estirpe de guardas del corazón de la Marisma, los Clarita. 

Cuando aún faltaban décadas para que los primeros conservacionistas, instruidos en las diversas ramas de la Biología, se dejaran caer por Doñana, el Diario de Las Nuevas, junto a otros testimonios, muestran un paisaje marismeño ciertamente diferente al actual, con especies que desaparecen y otras que hacen acto de aparición, marcando la evolución del paisaje. Y observándose cómo progresivamente se cierne una degradación preocupante, especialmente en las últimas décadas.

El lector tiene en sus manos, por una parte, el relato de una forma de vida en sus diversas vertientes y, por otro lado, un instrumento de conocimiento científico de extraordinaria valía, testimonio también excepcional de los cambios que ha experimentado la más emblemática de todas las marismas. "Es una oportunidad histórica, que aporta novedad a la historia natural española. Muy probablemente, el último libro 'clásico' sobre este espacio natural". 

El libro se presentará el 6 de junio, en la Fundación Valentín de Madariaga, en Sevilla; además de en Jerez, Almonte, Chiclana y Madrid, en próximas fechas. 

Sobre Antonio Rodríguez Ramírez, Clarita V

El autor, Antonio Rodríguez. El autor, Antonio Rodríguez.

El autor, Antonio Rodríguez.

Nace un mes de julio de 1966 en Sanlúcar de Barrameda. A los pocos días iniciará una placentera singladura, río arriba, que lo llevará hacia la tierra que será su verdadero hogar: las Marismas del Guadalquivir, en los confines de la Marisma Gallega, Las Nuevas. Allí, sus antepasados —los Clarita—, profesaron desde tiempo inmemorial el noble arte de aprovechar los recursos de esta tierra indómita, ejerciendo más tarde como guardas de cacería y finalmente como guardianes del Parque Nacional de Doñana.

Desde aquella modesta casita en un recóndito vetón de las alturas del Cherri, donde su padre ejercía de guarda, fue germinando desde su niñez la inquietud por rescatar un mundo abocado a su pérdida y, lo que es peor, al olvido de sus hechos y protagonistas, ambos terminaron por ser una parte importante -no reconocida- de la creación años después del Parque Nacional. Fruto precisamente de esta inquietud fue el libro 'Érase una vez... la Marisma de Doñana: usanzas costumbres, recuerdos... de una saga de marismeños: los Clarita (2015)' y también lo es este que ahora ve la luz.

Antonio Rodríguez Ramírez, Clarita V, es licenciado en Ciencias Geológicas por la Universidad de Salamanca en 1990 y doctor por la Universidad de Huelva en 1996. Actualmente trabaja como docente e investigador en la Universidad de Huelva estudiando los humedales y zonas costeras del Golfo de Cádiz, y especialmente Doñana. Es autor de innumerables artículos científicos y de divulgación, sin perder nunca el contacto con la tierra natal y su rica herencia familiar. 

Doñana, la razón de ser de 'Palitroque'

'Palitroque', nombre vernáculo de la Espátula Común, es una pequeña editorial de Chiclana, con doce títulos ya en el mercado, que nació con motivo de las investigaciones que los editores, Juan Carlos Rodríguez y Javier Ruiz, comenzaron alrededor de un personaje que vivía en la playa de La Barrosa. Un inglés, el pintor y naturalista William Hutton Riddell, que construyó la primera casa de turismo vacacional, tal como se le conoce hoy, llamada 'Villa Violeta', por la hija de Walter Back, socio y amigo de Abel Chapman, los famosos naturalistas británicos que descubrieron y relataron cómo era nuestra naturaleza poco después de la Industrialización.

Uno de los libros destacados de la editorial, muy relacionado con 'La mítica Marisma de Doñana... y sus patos' y que se ha reeditado hace muy pocas semanas, es 'Aves desde un castillo en el sur de España' de William Hutton Riddell. Otras 500 páginas de información inédita de cómo era la naturaleza a principios del siglo XX en la provincia de Cádiz.

La obra tiene un estudio introductorio de 150 páginas en el que se resume el trabajo de investigación que ambos editores hicieron en el castillo de Arcos, residencia de Riddell que luego heredó el marqués de Tamarón. Entre sus muros dormían estas páginas desde hace 80 años, que Juan Carlos Rodríguez y Javier Ruiz sacaron a la luz con su editorial, el que fuera un libro inconcluso. Posiblemente,  'Aves desde un castillo en el sur de España' también se presente en Jerez próximamente, tal como se hizo en Arcos y en Chiclana. 

Sobre la vinculación de Jerez con Doñana, hay que recordar que el maestro, amigo y mentor de Mauricio González-Gordon Díez (Bodegas González Byass) fue Riddell. "Gracias a este, y al padre de Mauricio, se configura su vocación como ornitólogo. Hecho que propició la predisposición que desde su propiedad familiar en Doñana, se creara la Reserva, más tarde Parque Nacional", apunta Javier. 

En definitiva, dos libros que suman 1.000 páginas de historia natural española inédita, "que ha posibilitado redescubrir Cádiz como la provincia donde nació la ornitología, primero como pasión y luego, como ciencia". 

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