Exteriores dice que vigila la entrada de la chatarra desde Portugal

El Ministerio de Asuntos Exteriores confirmó ayer que las 43.000 toneladas de chatarra que llevaba a bordo el New Flame "no tienen la consideración de residuos peligrosos de acuerdo con el Reglamente de la Comunidad Europea 1013/2006". Así se explica en una carta enviada por el Ministerio al ecologista de Verdemar Antonio Muñoz que pidió explicaciones el pasado 26 de mayo. A pesar de ello, el Gobierno español comunicó que se controla la entrada en España desde Portugal de la chatarra extraída del New Flame tal y como está recogido en la legislación europea, nacional y autonómica. También hay una vigilancia, según afirmó la carta, para que se traslade la carga a un gestor de residuos autorizado.

La información que maneja el Gobierno español sobre el contenido del buque no procede de exámenes propios sino de la información que le ha facilitado el Reino Unido y en la cual cataloga la carga como "chatarra y limaduras de acero". Además también ha habido intercambio de información sobre las características de ésta aunque no se detallan en la carta firmada por el director general del Ministerio español, Agustín Santos.

El pasado mes de abril la Junta de Andalucía sancionó y se llevó la carga a la empresa Reciclaje Campo de Gibraltar de Cádiz y su Bahía, en Guadarranque, por no contar con la autorización para el tratamiento de pequeños productores de residuos peligrosos de la Dirección General de Prevención y Calidad Ambiental de la Junta de Andalucía.

Según opinó ayer Muñoz "ante la presión social ejercida en la zona, la carga del buque fue trasladada en barcos hasta Portugal" y, según el escrito, "regresará a España". Por ello, Muñoz reclamó que indiquen "cuál será el destino de esa chatarra" y, además, exigió "una garantía certificada por expertos de que, efectivamente, esos residuos no son peligrosos". En las aguas de la Bahía aún quedan unas 10.000 toneladas de chatarra que será recuperada con el casco.