Balfegó y Crespo critican el modo en que la flota vasca vendió su atún rojo
Lamentan que no haya vendido la cuota por subasta "abierta y transparente"
El grupo catalán Balfegó (Tarragona) y el Grupo Crespo (de las almadrabas de Cádiz) criticaron ayer en un comunicado a la Organización de Productores de Pesca de Bajura de Guipúzcoa (Opegui) por la forma de vender sus cuotas de atún rojo para la temporada de este año. Los pescadores vascos han transferido el cupo que correspondía a 40 de sus barcos a almadrabas pertenecientes a la empresa Ricardo Fuentes, según explicó la directora de Opegui, Miren Garmendia.
España tiene una cuota de atún rojo de 2.956,9 toneladas, que se reparte entre barcos de cerco, almadrabas y buques de otras artes; según Garmendia la cuota que vendió la flota vasca -de la modalidad de cebo vivo- es de 450 toneladas, aproximadamente.
La representante de los pescadores vascos explicó que el criterio para la transferencia de la cuota fue buscar la rentabilidad y "la mejor opción", condicionando el traspaso a la situación del año 2016, porque debido a la legislación tienen restricciones para esas operaciones el año que viene. Garmendia indicó que para los buques de bajura vascos la cuota es escasa y es complicado dedicarse al atún rojo, porque luego no obtienen ni la rentabilidad ni los precios percibidos por el sector del cerco o de las almadrabas.
Balfegó (flota de cerco) y el Grupo Crespo lamentaron la decisión de Opegui, porque los guipuzcoanos rechazaron "una subasta, abierta y transparente" para vender su cupo, lo que, a su juicio, impacta "negativamente" en los beneficios para los armadores.
Según el comunicado de las dos empresas, los armadores podrían ver sus ingresos reducidos en torno a más de medio millón de euros. Las flotas tarraconense y gaditana lamentaron que se rechace el procedimiento que proponían y apuntaron que la gestión de los directivos de las cofradías vascas parece responder a "intereses no transparentes" que deberán justificar ante "sus armadores".
En reacción a estas declaraciones, Garmendia manifestó que la decisión de Opegui es "la de todos los armadores vascos" a la que esta organización representa.
Respecto al descontento de Balfegó y Crespo, Garmendia subrayó que "en un libre mercado cada uno decide lo que es bueno o no para sus intereses". En ese punto, recordó que Balfegó compró el año pasado cuota de la flota vasca y en otros años se verá a quién se destina e incluso espera que siga la colaboración. Añadió que, si bien el año pasado se recurrió a subasta, este año "había que solucionar otro problema" y se optó por otro procedimiento.
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