La fábrica de Acerinox en Los Barrios prueba la incorporación de acero asiático a la producción para reducir los costes

Acerinox ha anunciado la incorporación temporal de acero asiático en la fabricación en su planta de Los Barrios, con el objetivo de abaratar el coste de determinados productos que quedaban fuera de la competitividad del mercado.

La dirección de la compañía ha mantenido este viernes una reunión con una representación del recién renovado comité de empresa, presidido por Cristóbal CastroMonfillo, de UGT. En el encuentro, las partes han analizado la viabilidad de dicha medida ante los altos costes de producción, que superan el precio de venta de varios productos y anula su viabilidad, según recoge el acta de la cita, a la que ha tenido acceso este periódico.

Con la finalidad de optimizar la producción, Acerinox Europa ha decidido realizar una prueba con 10.000 toneladas de desbastes de acero asiático, que son restos generados en el proceso homónimo, utilizado para eliminar irregularidades y dar forma a las piezas de acero. Estos excedentes serán empleados de manera temporal para evaluar su impacto en la producción, tanto en laminación en frío como en caliente, sin comprometer la calidad habitual.

El desbaste consiste en un proceso manual o mecánico que elimina material de la superficie de las piezas para alcanzar las dimensiones deseadas. La siderúrgica pretende aprovechar estos restos importados para reducir costes y mejorar la competitividad en un mercado marcado por fluctuaciones y presión creciente.

La medida adoptada por Acerinox para incorporar estos desbastes provenientes de Asia es de carácter provisional y experimental. Durante la fase de prueba, se integrará junto al acero de valor añadido, que seguirá siendo la base del producto final. En función del resultado de las pruebas, la siderúrgica decidirá si, de forma temporal, mantiene la integración de estos desbastes.

Mercado complejo

El momento del mercado del acero en Europa pone a prueba a las compañías siderúrgicas del continente. En un contexto complejo por los vaivenes arancelarios de Donald Trump, las patronales alertan de que esta situación puede derivar en que lleguen oleadas de acero asiático al espacio económico europeo, con un menor coste que el local y con peores condiciones medioambientales.

Esto provoca que la competitividad de las empresas depende en buena forma de los precios con que salgan al mercado, motivo por el que buscan reducir costes para no perder su posición en el mercado. En el caso concreto de España, la patronal Unesid viene reclamando desde hace tiempo mejoras en las condiciones para estas compañías electrointensivas, como reducción o eliminación de los peajes eléctricos, así como un refuerzo de las medidas de salvaguarda de la Unión Europea para poner freno a la incursión de acero de terceros países.