Tribuna Económica
Desdolarización global: el inicio del declive del imperio
El Ministerio de Industria quiere que Europa refuerce las medidas de control de las importaciones de acero. La ministra en funciones, Reyes Maroto, acaba de remitir una carta a la comisaria europea de Comercio, Cecilia Malmström, para reclamar que la Comisión Europea revise de forma urgente las medidas de salvaguardia establecidas una vez se produzca el Brexit, pero también que estas se vayan adaptando a la evolución del mercado para hacer frente a la “difícil” situación por la que pasan las empresas siderúrgicas de Europa.
La guerra comercial abierta por EEUU el pasado año con los aranceles al acero ha repercutido en un aumento de las importaciones en Europa que ha sido catastrófico para un sector ya lastrado por la sobrecapacidad mundial y la fuerte competencia china, la baja demanda, los elevados costes medioambientales y, en el caso de España, por unos costes energéticos que rebajan la competitividad de la industria nacional. Todo ello en un contexto de desconfianza ante la desaceleración económica. El resultado es un panorama de instalaciones paralizadas, amenazas de cierre y reducciones de producción. En el caso de España, Acerinox está negociando un expediente de regulación de empleo para 288 personas y ArcelorMittal está reduciendo producción y aplicando un ERTE.
El Ministerio de Industria ha querido resaltar la importancia de actualizar esas medidas frente a las importaciones ante la llegada de un nuevo ejecutivo comunitario. La denominada salvaguardia consiste en contingentes arancelarios aplicados a veintiséis categorías de productos siderúrgicos, un límite a las importaciones que la UE tuvo que establecer para evitar la invasión de producto importado de bajo precio después de que se activasen los aranceles de EEUU. En 2018 y pese al inicio de estas medidas, las importaciones alcanzaron un 30% del acero. La patronal Eurofer apunta a China, Turquía y Rusia como principales exportadores.
Las medidas fueron actualizadas el pasado 27 de septiembre, una propuesta apoyada por el Gobierno español, que considera que resolverá los problemas iniciales que llevaron a ese fuerte incremento del producto importado. No obstante, el Ministerio alerta del posible efecto de un Brexit duro en un sector que ha experimentado dificultades recientemente. “Habrá que volver a calcular los contingentes para todas las categorías de productos y, por lo que sabemos, en algunas el impacto podría ser muy importante”. Por ello, reclama esa revisión urgente de las medidas una vez se produzca el Brexit.
Pero además, Maroto recuerda en la carta (a la que ha tenido acceso Europa Sur) los problemas que está padeciendo el sector siderúrgico por la escasa demanda y la competencia de las importaciones, por lo que considera “fundamental realizar un estrecho seguimiento de la demanda de acero, de modo que, cuando sea necesario, se lleve a cabo de nuevo una revisión adaptando las medidas a la nueva situación”. “Se trata de un asunto de gran interés para España, dada la importancia del sector para nuestro país”, destaca.
En ello coincide con la patronal europea del acero. Eurofer destacó tras publicarse las nuevas medidas que, pese a las mejoras introducidas, el resultado no es suficiente para una gran parte del sector, más en una coyuntura de baja demanda. Por eso reclama una “revisión dinámica” de esa salvaguardia.
La Comisión Europea ha decidido imponer aranceles provisionales antidumping de entre el 50,3% y el 66,4% a las importaciones desde China de llantas de acero y ha precisado que la medida estará en vigor durante un periodo inicial de seis meses a la espera del resultado de la investigación al respecto. El mercado de la UE para estos productos rondó en 2018 los 800 millones de euros y el sector emplea directamente en la región a 3.600 personas, principalmente en Alemania, Francia, España, Chequia, Italia, Rumanía y Polonia. Bruselas también ha abierto una investigación sobre las importaciones de chapas y bobinas de acero inoxidable laminado en caliente procedentes de China e Indonesia, recordando que desde el pasado agosto mantiene una investigación antidumping sobre los mismos productos de Indonesia y Taiwán. “La investigación tiene como objetivo averiguar si pueden constituir una competencia desleal para las empresas de la UE ubicadas en Bélgica, Finlandia, Francia, Italia y España que emplean directamente a unas 2.300 personas”, explicó la Comisión en declaraciones recogida por Europa Press.
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