La Línea

El secuestro de los Bonell y su rescate

Tras los antecedes del secuestro de los Bonell que os relate la semana pasada, este domingo os cuento toda la problemática, que aun dos años después seguía coleando, sobre el pago del rescate de los 27.000 duros. ¿De dónde salió, quien los pagó?

En el periódico de La Independencia de España del 2 de noviembre de 1872 se cuestiona la procedencia del rescate que al parecer fue decidido en Consejo de Ministro, que decía asi:

Un poco de Historia: Por propia honra de D. Nicolás Rivero, fuimos los primeros en denunciar la versión que de público corría, suponiendo a dicho señor, como ministro de la Gobernación, en tratos mas o menos directos con los bandidos de Andalucía para obtener el rescate de los Sres. Bonell e imputándosele el abono de los 27.000 duros a los secuestradores como precio de la libertad de los secuestrados.

No queríamos creer que un ministro de la Gobernación entrase, nada menos que en nombre del Gobierno, en pactos de semejante índole, no podíamos ni queríamos tampoco creer que el Estado fuera responsable de la Indemnización por delitos comunes, no podíamos ni queríamos creer que se hubiera acordado semejante pago, aun no destinándolo a objeto tan denigrante, entretanto no estuviera consignado en presupuesto o no mediara transferencia y por eso para aclarar los hechos y no hallando nada en derecho internacional que tal acto permitiera, hubimos de hacer algunas preguntas que fueron contestada por la Correspondencia de España, siempre debidamente autorizada en estos casos en los siguientes o parecidos términos: "No 25000 duros se abonaron a los secuestradores, sino 27000 a los secuestrados por indemnización, de acuerdo con el Consejo de Ministros y previa formación de expediente".

En vista de lo consignado indicamos que el Sr. Rivero había obrado fuera de la Ley, y aconsejamos a nuestros lectores que no hicieran pública la jurisprudencia establecida, porque nos exponíamos a que ni un solo extranjero dejase de hacerse secuestrar en dominios españoles con tal de obedecer tan pingues resultados.

LOS 27.000 DUROS

Volvemos sobre la cuestión de los 27.000 duros que el Sr. Rivero, por medio de La Correspondencia, supuso, abonados, no a los secuestradores, sino a los secuestrados, por vía de indemnización y previo expediente en forma. Creemos que La Correspondencia está equivocada. Los informes que sobre este asunto nos remiten de Gibraltar, suministran los siguientes e importantes datos, que rectificaremos siempre que con fundamento razonable fueren desmentidos.

Cuando tuvo lugar el secuestro de los Sres. Bonell, el gobernador entonces de Cádiz, Sr. Villalba, se persona en el campo de Gibraltar y manifestó, a nombre del Gobierno, que este satisfaría cuanto irnportase el rescate, para conseguir que se comisionaran algunas personas. Y con efecto, a los pocos dias se presentó en la plaza una de aquellas con carta del secuestrado, D. Juan Bonell, en la que pedía y ordenaba que sobre sus propiedades se levantase un crédito de 27.000 duros, que era precisamente el precio que se le exigía por la libertad. Como quiera que a la sazón estuviera en pie la oferta hecha por el Gobierno, el gobernador de la plaza ordenó que se entregase dicha cantidad por la comisaría general, a condición de que esta dependencia se reintegraría del Gobierno. El dinero fue llevado a Cádiz en una cañonera inglesa y en un mesón de dicha ciudad se contó y fue recogido por los secuestradores.

De todo se dio conocimiento al gobernador de la provincia, el que al saber de la libertad de los secuestrados, ordenó la persecución de los secuestradores, de tal modo, que dio por resultado la muerte de tres de ellos.

Al día de hoy todavía está el Gobierno en descubierto de los 27.000 duros para con la intendencia de la plaza, y a fin de conseguir el reintegro se halla en esta corte un comisionado especial. Insistimos de nuevo en que se nos conteste, no a nosotros, sino al país, que es el que recuerda y comenta este hecho.

Como Contestación a todo, el secretario particular del Sr. Rivero, don Teodoro Requena, remite el siguiente comunicado que nada aclara, ni desmiente, a juicio de la prensa crítica:

Dice así;

«Sr. Director del periódico la Independencia Española:

Madrid 3 de noviembre de 1872.

Muy señor mío y de mi consideración: En el número de su apreciable periódico, correspondiente al día 12 de octubre último, se publicó un suelto bajo el epígrafe Los 27.000 duros, en el que se revelaba cierto empeño en hacer aparecer al Sr. D. Nicolás María Rivero interesado en ocultar la verdad de lo sucedido en el rescate de los Sres. Bonell, secuestrados por unos bandidos en el Campo de Gibraltar, siendo aquel ministro de la Gobernación. Anoche se reproduce en su periódico el mismo suelto y se comenta la indiferencia gratuita el Sr. Rivero en este asunto, sin duda porque no daba otra importancia a sus intencionadas inexactitudes que la de uno de esos medios sistemáticos de que se vale alguna parte da la prensa de oposición para lastimar la reputación de los hombres que ocupan puestos importantes en la gobernación del Estado. De sus comentarlos se desprende cierta especie de imputación que pudiera traducirse por la malicia de algunos en un sentido poco favorable a la honra del Sr. Rivero y como secretario particular del mismo, cúmpleme manifestar, para impedir que se realicen sus propósitos.

1º Que es cierto, ciertísimo, que el Gobierno español encargó a sus agentes que no escasearan gasto ni sacrificio alguno para salvar la vida tan amenazada de los secuestrados.

2º Que el Consejo de ministros acordó el abono de los 27.000 duros entregados para su rescate.

3º Que no llegó, al menos mientras fue ministro el Sr. Rivero, a formalizarse el pago por el Tesoro de la expresada cantidad, ni a determinarse el modo y trámites legales de verificarlo.

4º Que desde entonces el Sr. Rívero, a quien no correspondía hacer el abono por no tener el presupuesto de la Gobernación capitulo para este caso, no ha tenido la menor noticia de este asunto, ni sabe si se ha satisfecho. Después de esto nada tengo que decir ni respecto al derecho que pueda tener el Gobierno inglés por este concepto ni el que corresponda a los, secuestrados,. La cuestión es esta: ¿que responsabilidad alcanza al Sr. Rivero como ministro de la Gobernación, en que concepto, y con arreglo a que ley?.

¿Se han entregado los 27.000 duros a los secuestrados? Pues de seguro el ex-ministro de la Gobernación no lo ha hecho. ¿No se han entregado? Pues también es seguro que no los adeuda el Sr. Rívero. Sentado esto poco importan los subterfugios y las vocinglerías.- La Independencia Española sus cargos concretos, claros, precisos, y entonces podremos contestarlos, seguros de que este acto del ex ministro de la Gobernación merecerá siempre, como mereció entonces, el aplauso unánime de propios y extraños, tanto por la actividad y desvelos pura salvar a los secuestrados como por la rápida persecución y ejemplar castigo de los bandidos secuestradores.

Como dije en la primera parte de este artículo, la falta de transparencia por parte de los Gobiernos en sus diferentes actuaciones, hacen saltar las suspicacias y las malas interpretaciones.

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