Los puestos de comida, el sitio ideal para recargar las pilas

Menús suculentos y anticrisis son la apuesta perfecta de los pequeños establecimientos que venden comida en el recinto ferial durante la noche y la madrugada y que cada año triunfan, especialmente entre los más jóvenes.

Hamburguesas, bocatas, patatas asadas, pulpo o pinchitos. Cualquier cosa es buena cuando el hambre aprieta tras intensas horas de fiesta. Y para los más golosos, la oferta también es amplia. Algodones de azúcar, churros, helados o los deliciosos gofres son algunas de las opciones no exentas de calorías.

El público más joven se ha convertido, en los últimos años, en el aliado más fiel de este tipo de establecimientos ambulantes que van de feria en feria ofreciendo menús variados y apetecibles.

Es sobre todo durante las últimas horas de la madrugada cuando los jóvenes más trasnochadores acuden a estos lugares para saciar su apetito de una forma rápida y económica antes de volver a casa y descansar hasta el día siguiente.

No obstante, estos establecimientos no son los únicos que están a disposición de los visitantes. También hay restaurantes y asadores más tradicionales y por supuesto las casetas, donde los grandes protagonistas son los productos típicos de la tierra. Un buen plato de jamón o queso, raciones de pescaíto frito y sabrosas carnes llenan el recinto de una mezcla de olores a la que es difícil resistirse.

Cristina Gómez es una joven procedente de Huelva pero enamorada de La Línea. Acude cada año a disfrutar de la Velada y asegura que diariamente tiene una cita con estos puestos antes de irse a descansar. "Somos un grupo grande y siempre vamos juntos, normalmente salimos de las casetas un rato antes para poder comernos algo y así bajamos un poco el efecto del rebujito", afirma.

Por otro lado, Luis Miguel Ortiz, responsable de un puesto de patatas asadas, explica a este diario que le encanta trabajar en la Feria y atender a la gente cuando viene con ganas de disfrutar de su comida. No obstante, admite que la crisis les está pasando factura. "Llevo más de 15 años vendiendo en la Feria pero desde hace unos años las cosas se han puesto un poco crudas. Hemos tenido que bajar los precios e incluso crear ofertas especiales para no perder la clientela. No queda más remedio si quieres continuar trabajando", puntualiza.

Menús infantiles, ofertas de 2x1 e incluso refrescos de regalo con la comida son algunas de las ofertas que los responsables de estos establecimientos ponen a disposición de los clientes para incentivar el consumo en el recinto ferial, sabedores también de que su clientela está sobre todo entre los más jóvenes y que éstos no suelen tener mucho poder adquisitivo para darse caprichos culinarios.