La Línea cerró ayer sus fiestas patronales con la tradicional salida de la Inmaculada Concepción, aunque el desfile tuvo un carácter extraordinario al coincidir con el 250 aniversario del Patronazgo de la Virgen en España.

La tarde se presentaba propicia para esta procesión extraordinaria de la patrona y las otras imágenes marianas que iban a acompañarla en su recorrido. La tarde no era especialmente soleada, pero tampoco amenazaba lluvia.

Cientos de linenses acudieron al centro de la localidad para, al igual que todos los años y más aún en una ocasión tan especial como ésta, acompañar a la Virgen de la Inmaculada en su día más importante del año.

En torno a las seis de la tarde y con un poco de retraso, se abrieron las puertas del santuario de la Inmaculada Concepción y comenzaron a salir los participantes en el cortejo. Asociaciones parroquiales y religiosas, cofradías de penitencia y hermandades de gloria fueron las primeras en salir entre los aplausos de los asistentes. A continuación, desfilaron la imagen de la Inmaculada Peregrina portada por la Legión de María, el simpecado de la Hermandad de Nuestra Señora del Rocío, María Santísima de la Salud de los Enfermos y Fuente de Salvación, Nuestra Señora de la Amargura, Nuestra Madre y Señora en su Soledad y Nuestra Señora de Europa. Esta última fue portada por gibraltareños. A La Línea se trasladó también un grupo de mujeres del Peñón para acompañar a esta Virgen y, como no podía ser de otra forma, la Diócesis de Gibraltar también estuvo representada por, entre otros, el padre Charles Azopardi, que desfiló junto al arcipreste de La Línea, el padre Juan Valenzuela, y otros párrocos.

Seguidamente se situaron el Consejo Local de Hermandades y Cofradías con su presidente, Juan Francisco García Medina, a la cabeza, los hermanos mayores, la junta permanente y la Hermandad de la Inmaculada. También hubo una amplia representación municipal. Junto al alcalde, Alejandro Sánchez, estuvieron los concejales Juan Montero, Inmaculada Olivero, María Teresa García, Gabriel Gonzálvez, Alfonso Escuadra, Jesús Soler, María de la Cruz Atienza, Rosario García y Paqui López. Destacó la ausencia de representantes del PSOE, IU y UPL, los partidos en la oposición. El comisario del Cuerpo Nacional de Policía, Ángel Lozano, y el jefe de la Policía Local, Carlos Fernández, no faltaron. Cerraba el cortejo el paso de la patrona acompañado por la banda musical.

Todo parecía ir bien, pero sobre las siete de la tarde empezaron a caer unas gotas de lluvia. A pesar de la debilidad de esas gotas, el desfile decidió cambiar sus planes iniciales y acortar su recorrido. De hecho, cuando la cabeza del desfile transcurría por el cruce entre las calles Sol y Clavel, el resto del cortejo se desvió por la calle San Pablo en dirección de nuevo a la plaza de la Iglesia. La cuestión es que, después de las primeras gotas caídas en torno a las siete de la tarde, no volvió a llover más, pero la decisión adoptada ya no tenía marcha atrás y el acto quedó deslucido.

Con todo ello, numeroso público se agolpó en la plaza de la Iglesia para contemplar la llegada de todas las imágenes en una celebración que se prolongó hasta las nueve de la noche.