Los plazos administrativos y problemas técnicos retrasan la apertura del nuevo mercado de La Línea al verano de 2026

Juan Franco estima que el traslado de los comerciantes se llevaría a cabo en junio si estos no presentan recursos

El alcalde avisa a los vendedores de que si dilatan el proceso, podrían ser desalojados del mercado provisional

El Ayuntamiento de La Línea sacará a concurso la gestión del Mercado antes de fin de año

El mercado de La Línea, pendiente de apertura.
El mercado de La Línea, pendiente de apertura. / Erasmo Fenoy

La Línea afronta un momento crucial respecto a la renovación de su mercado, un proyecto que ha enfrentado numerosas trabas que ha obligado a ir retrasando su fecha de apertura. Aunque el pasado septiembre el alcalde, Juan Franco, anunció que la intención del Ayuntamiento era abrir la renovada instalación a principios de 2026, los plazos administrativos y la necesidad de que se lleven a cabo unas últimas obras en el edificio para adaptarlo al número de puestos definitivos han retrasado el plazo hasta el verano de 2026... si los comerciantes no presentan recursos a la gestión privada del mercado.

En la última sesión de Un café con el alcalde, celebrada el pasado miércoles, el regidor hizo un repaso detallado de la situación del mercado. Explicó los múltiples obstáculos que han surgido durante las obras, y de los trámites que aún quedan para que uno de los proyectos más ambiciosos del municipio pueda ver la luz. Franco situó el horizonte de apertura en junio de 2026. La intención es que el Pleno debata el 19 de diciembre o el 4 de enero la aprobación del contrato para la gestión privada del recinto. Este trámite está pendiente de la emisión de informes de la Junta Consultiva de Contratación Pública del Estado y de la Comisión Consultiva de Contratación Pública de la Junta de Andalucía. Una vez que este punto sea aprobado por el Pleno, el regidor estima que en enero se publique la licitación del contrato, en febrero se adjudique y que en marzo se firme. A partir de ahí, la empresa que asuma la gestión del Mercado dispondrá de tres meses para ejecutar las obras de acondicionamiento interior, valoradas en 342.000 euros. “Si todo va según lo previsto, en junio podremos estar con el traslado”, aseguró.

Ese es el plazo que maneja el Ayuntamiento, siempre que los comerciantes no presenten nuevos recursos. "A mí me parece contradictorio. Están diciendo que se quieren ir al nuevo mercado, pero no paran de poner recursos. Ya tenemos redactado un proyecto para la zona del Bulevar donde está el mercado provisional que vamos a financiar con los nuevos fondos europeos, que ya tienen una resolución provisional con 10 millones de euros para varias actuaciones. No voy a poner en riesgo esa cantidad porque a unos señores no les parezca bien la solución que hemos buscado. Como empiecen con recursos, corto la luz, que la está pagando el Ayuntamiento, ordeno el desalojo y empiezo con la obra", dijo ante un nutrido grupo de vecinos interesado en la situación del mercado.

Antecedentes

El alcalde recordó que el mercado arrastraba problemas estructurales desde los años 90, con deficiencias en alcantarillado, cuadros eléctricos y columnas corroídas. “Era un edificio obsoleto, una porquería”, resumió. La situación obligó a recurrir a fondos europeos, dentro de la Estrategia de Desarrollo Urbano Sostenible Integrado (EDUSI), con una previsión inicial de 15 millones de euros. Finalmente, la resolución otorgó 10 millones, lo que obligó a reajustar proyectos, aunque se mantuvo la inversión en el mercado.

El relato del alcalde se detuvo especialmente en los problemas con las empresas adjudicatarias. La primera constructora ejecutó gran parte de la obra, pero surgieron discrepancias económicas: la compañía reclama 800.000 euros, mientras que los técnicos municipales reconocen solo 300.000. “Si el juez dice que son 800.000, se pagarán; si dice que son 300.000, se aguantarán”, resumió Franco, confirmando que el asunto está en los tribunales.

La segunda empresa, contratada para rematar la obra interior y acometer mejoras exteriores con apoyo de la Diputación de Cádiz, también acabó con problemas. “Hemos tenido que quitarle el contrato”, explicó el alcalde, tras incumplimientos y retrasos en la instalación de un transformador eléctrico. El suministro, que debe pasar de media a baja tensión, se ha convertido en un escollo técnico y administrativo. “Estamos tramitando un contrato negociado directo para adquirir un centro de transformación ya disponible, sin esperar que venga de China”, detalló.

La gestión futura: empresa privada y subvención pública

Franco subrayó que el Ayuntamiento no tiene capacidad para gestionar el mercado con medios propios. Por ello, prepara un contrato de administración que incluirá limpieza, vigilancia, promoción, marketing, suministros comunes y recogida de residuos. “El mercado seguirá siendo público, con un concejal responsable, pero gestionado por una empresa privada”, aclaró.

El modelo prevé una subvención municipal de 130.000 euros anuales durante los 35 años de vida del contrato, además de ayudas adicionales en los tres primeros años: 90.000 el primero, 60.000 el segundo y 30.000 el tercero. “Queremos que los comerciantes se adapten poco a poco a las nuevas cuotas”, explicó.

Uno de los puntos más polémicos es el precio de los puestos. Franco recordó que la tasa no se actualizaba desde el año 2000 y ahora se fija en 348 euros mensuales para un módulo de 8 metros cuadrados. “Es un salto considerable, pero en el año 2000 los comerciantes cubrían solo el 56% del coste del mercado”, recordó Franco, que avanzó que hay una empresa interesada en asumir la gestión del mercado que tiene previsto introducir algunas mejoras económicas. Con el nuevo esquema, los comerciantes asumirán aproximadamente el 50%, la empresa explotadora de la planta superior un 20% y el Ayuntamiento el 30% restante.

El alcalde reconoció que algunos comerciantes consideran excesivo el precio, especialmente quienes acumulan varios puestos. “Hay casos de cinco módulos que superarían los 1.700 euros mensuales, una cifra difícil de sostener”, admitió. Sin embargo, comparó la situación con locales privados en la zona que superan los 800 o 1.000 euros. “Aquí no se alquilan metros cuadrados, se alquila un espacio en una galería comercial que genera actividad y consumo”, defendió.

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